Gladys Miño: ¿Okupa del ibarrismo?

Es otra de las presuntas involucradas en el incendio. Su relación con Ibarra y su influencia en las villas.
Por Nicolás Fiorentino

"En cada intento de ocupación de villas que sufrió la gestión de Telerman, estuvo presente". Con esta frase, un alto dirigente comunal eligió presentar a Gladys Miño, una de las figuras políticas investigadas por el incendio en la villa El Cartón, de Villa Soldati.


Dicen que es cercana al destituido ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Su contacto con las villas de la ciudad la ubicaron en el ojo de la tormenta tras la tragedia que dejó a 340 familias sin hogar. La ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, solicitó su citación a declarar para que explique porqué caballos y carros de los cartoneros del asentamiento arrasado por el fuego aparecieron en su territorio, el barrio Ramón Carrillo.

Según explicó un funcionario consultado por La Política Online, el cual maneja muy buena información sobre el tema, Miño habría sido la encargada de brindar espacio para que los vecinos de la villa salven sus pertenencias. "Pude hablar con bomberos el mismo día del incendio y, antes de confirmar la intencionalidad que se preveía, ellos ya adelantaban que era imposible un incendio de tal magnitud sin heridos. Mucho menos que se hayan salvado heladeras, muebles y otros elementos", confirmó la inexpugnable fuente.

Además, agregó que fue tan paradójico como políticamente erróneo que, luego de la enorme trascendencia mediática que tuvo esta tragedia, la misma dirigente social apareciera encabezando a los vecinos que cortaron la avenida Cruz, rechazando el traslado de los vecinos damnificados por el incendio. "Miño apareció al frente de toda la movida, para después caer en la denuncia. Fue una maniobra, cuanto menos, torpe", opinó la fuente.

Sobre su relación con los otros implicados, otra fuente que sigue el tema no pudo confirmar si Miño mantiene una relación directa con el ex legislador Tomás Devoto, aunque confirmaron que "resulta difícil explicar cómo se produce un incendio en una villa, y que dos de las investigados sean el máximo referente político -por Devoto- y la máxima referente de todas las villas -por Miño-, sin que exista relación entre ellos".

La relación con Ibarra

Miño sería puntera del ibarrismo desde hace varios años. Lidera, desde su barrio de influencia, a la agrupación Movimiento Social y Popular de la Ciudad, el cual el día de su lanzamiento, el pasado 8 de agosto en el Hotel Bauen, contó con la presencia del mismo Ibarra. También asistieron, entre otros, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli.

"Él siempre vino a ver qué necesitábamos, siendo concejal, luego como jefe de Gobierno y ahora como vecino", explicó Miño sobre su relación con el destituido mandatario porteño.

Por esto, esta mujer bajita, de tez morena y mirada profunda, se habría transformado en un personaje central en cada embate que la gestión del jefe de Gobierno, Jorge Telerman, sufriría de parte de estos sectores. "Durante la gestión Telerman, el gobierno porteño sufrió los intentos de ocupación de la Villa 21, la 24, la 3, la del Bajo Flores, y algunas más. En todas, Miño fue un personaje central", explicó un vocero, de extenso seguimiento a los barrios más desprotegidos de la comuna.

Miño actuaría, según explicaron las fuentes, como punta de lanza de un sector del ibarrismo para desprestigiar al telermanismo, siempre encabezando las ocupaciones de distintos espacios habitacionales: "Es parte de la estructura que quedó tras la caída de Ibarra".

Del Warnes al Carrillo

La carrera como dirigente social de Miño comenzó en el ya inexistente Albergue Warnes. Allí, como delegada de uno de los pisos, alcanzó gran protagonismo en el traslado de los vecinos y la demolición posterior del edificio. A partir de ahí, quedó como delegada del barrio Ramón Carrillo, hasta perder las elecciones en la Junta Vecinal hace unos dos años. Igualmente, su poder en el barrio sigue intacto.

Bajo el gobierno del ex intendente de Buenos Aires, Carlos Grosso, también integró -con un rol protagónico- la Coordinadora de Villas de Emergencia, la cual perduró hasta el gobierno de Ibarra, cuando pasó a depender de la jefatura de Gabinete.

En esas épocas habría crecido mucho la relación de Miño e Ibarra a tal punto que, destituido el ex jefe de Gobierno, Miño rompe esa Coordinadora, creando una Coordinadora de Villas disidente, que responde fielmente al ibarrismo. Mientras tanto, lo que queda de esa agrupación siguió trabajando con Telerman bajo la dependencia del ministerio de Obras Públicas, hasta la creación de la Subsecretaría de Emergencia Habitacional, a cargo del ministerio conducido por Cerruti.

Según un artículo publicado por el periodista Joaquín Morales Solá el viernes 22 de febrero en La Nación, esta Coordinadora de Villas controla desde hace años el Instituto de la Vivienda de la Ciudad, organización de la cual agrega ha sido utilizada desde siempre para favores políticos. De allí, cobrarían sueldos punteros políticos en contacto con las villas. La intervención del IVC, ordenada por Telerman, habría sido el principio del conflicto.

La dirigente estaría sufriendo rechazos de diversos dirigentes de las villas. Julio Cari, vocero de los vecinos desalojados del Bajo Flores en junio de 2006, explicó en una entrevista brindada al Partido Obrero el rol de Miño en ese suceso.

"Permanecemos por más de un mes en la plaza del ramón Carrillo, pero de ahí también fuimos desalojados", explicó . Y siguió: "Prácticamente, nos destruyeron todo. El gobierno pagó a unos cuantos punteros, liderados por Gladys Miño, que rompieron todo. Estaba presente el comisario de la 36a. y no hizo absolutamente nada. Nos robaron lo poco que Acción Social nos había traído. Esa noche quedamos a la intemperie", cerró elocuente.