EEUU

Los republicanos presentaron su plan fiscal: un regreso a "Reaganomics"

Impulsan una reforma fiscal que recortaría 20% a las corporaciones y podría recortar beneficios a las clases bajas.

 Tras meses de especulación finalmente los republicanos en la Asamblea de Representantes, liderados por Paul Ryan, presidente de la cámara, presentaron la esperada propuesta de reforma fiscal. Se trata de la última oportunidad que tiene la administración de Donald Trump de lograr un triunfo legislativo antes de concluir su primer año de gobierno, y todos los ojos están puestos en la Tax Cuts and Jobs Act (Ley de Recortes Fiscales y Trabajos).

 Sin brindar detalles, el presidente ha promovido la propuesta desde hace meses, aún antes de que existiera como tal, asegurando que sería el recorte fiscal más grande de la historia: 1.5 trillones (en inglés) en los siguientes 10 años. Los números muestran que en realidad sería el sexto recorte más grande, atrás incluso de una ley pasada durante la administración de Barack Obama.

La ley beneficiará principalmente a la clase media alta y alta, a los que ganen más de $450,000 dólares al año, aunque el presidente la ha vendido como un recorte para toda la población.

La nueva ley de los republicanos incrementará la deducción fiscal estándar para individuos de $6,350 a $12,000, y para las parejas de casados de $12,700 a $24,000. Incrementa el crédito fiscal que se otorga a los padres de $1,000 a $1,600 y ofrece un crédito de $300 por cada padre. Uno de los temores era que la nueva ley fiscalizara contribuciones a los planes de jubilación 401(k), el equivalente en Estados Unidos a las Afores. El texto revela que no habrá cambios en este respecto.

Reducirá en 20% el impuesto a las corporaciones y a las pequeñas empresas en 25%. Este es el recorte que Trump ha vendido como el generador de nuevos empleos. La lógica es que tener más recursos permitirá a las grandes empresas y a los millonarios crecer y contratar más empleados y gastar más recursos, impactando positivamente a toda la economía. Históricamente, sin embargo, este no ha sido el caso.

En los años ochenta este modelo, que es conocido comúnmente como "economía del goteo desde arriba" o "economía desde el lado proveedor", fue muy popular. Hoy existe un consenso entre la mayoría de los economistas: el modelo no funciona. Lo que las empresas acostumbran hacer con dinero adicional es repartirlo a sus inversionistas y ejecutivos, no invertirlo en la fuerza laboral.

El ganador del premio Nobel de economía Paul Krugman comentó en un tuit que "debería llamarse la ley para emplear abogados y contadores [...] dadas las oportunidades que ofrece para evadir impuestos".

Pero el problema más grande que tendrán que enfrentar los republicanos es descifrar de dónde van a eliminar 1.3 trillones del presupuesto para financiar estos recortes, o bien, aprobar un incremento al déficit, algo que el Partido Republicano contemporáneo siempre ha rechazado. Durante la administración de Obama bloquearon docenas de propuestas con la excusa de no incrementar el déficit. La disyuntiva es: o hacen recortes significativos a programas sociales como Medicaid, programa de salud del cual depende millones de ciudadanos, o votar contra sus principios aprobar un incremento multimillonario al déficit.