Diputados

Entretelones de la áspera reunión del bloque K que sepultó a De Vido

Temprano, confirmaron que no podrían evitarlo. Los gobernadores que claudicaron. La ausencia de Máximo.

A las 10 de la mañana Teresa García, la experimentada secretaria parlamentaria del Frente para la Victoria, supo que no habría forma de evitar el desafuero y la detención de Julio De Vido.

Su trayectoria le permite tener recursos humanos para saber cuántos diputados hay el palacio y presagiar qué puede pasar en el recinto.

Para evitar un desafuero necesitaba 86 votos, un tercio del total y a esa hora ni siquiera podía confirmar los 71 de su bancada.

No lo había podido garantizar en la tensa reunión de bloque del martes, cuando hubo una veintena de ausentes y los que hablaron lo hicieron para explorar cómo evitar dar la cara. Tenían la esperanza de una rendición de De Vido que nunca llegó.

Teresa García supo temprano que no tenía los votos para salvar a De Vido. María Emilia Soria le avisó que iría a votar con Cambiemos por mensaje de texto. Una diputada de Manzur lo dijo en la reunión de bloque. 

Desesperanzados, García, José Luis Gioja y el formoseño Luis Basterra se quedaron hasta el anochecer del martes replanteando estrategias, sin mayores esperanzas.

El panorama empeoró en la reunión de bloque del miércoles, cuando se blanquearon las disidencias. La tucumana Miriam Gallardo anticipó que su jefe, el gobernador Juan Manzur, le ordenó mandar a prisión su ex compañero de gabinete.

Gioja ignoró sus propias declaraciones en igual sentido, pero sus dos coterráneos, Ramón Tovares y Sandra Castro, pronto aparecieron en el recinto. Castro recién fue a la hora de votar, ante la atenta mirada del misionero Maurice Closs.

La esperaban Gallardo, Nilda Carrizo, la chubutense Ana Llanos y la rionegrina María Emilia Soria, que ya había anunciado esa postura y se animó a justificarla en el recinto.

Se la confirmó a García por mensaje de texto e intercambiaron algunos insultos. "Su hermano Martín quiere pelear por la gobernación y se ve que la foto le venía mal", interpretaba uno de sus compañeros, todavía furioso.

Llanos está furiosa por el cierre de listas de La Cámpora en Chubut, se acercó a Das Neves y se iría del bloque en diciembre.

Le seguiría los pasos el misionero Daniel Di Stefano. Para no ir hoy, pidió licencia por paternidad, pero según sus pares aún no habría sido padre.

Di Stefano y Llanos fueron las únicas fugas que dejó la jornada, que Cambiemos imaginaba como la gran ruptura del bloque. Es que nadie quedó como demasiados pergaminos tras la derrota electoral.

Máximo Kirchner no fue a ninguna reunión y muchos diputados entendieron que Cristina no estaba tan preocupada por De Vido. Tampoco se lo vio a Carlos Kunkel.

Expectante, Hector Recalde abrió la cumbre final con la idea de bajar a la sesión a defender a su compañero de bloque. Gioja prefería no exponerse al show si no se lo podía salvar y cuando aparecieron las disidencias logró imponerse por sentido común.

"Nuestra decisión se basó en no convalidar lo que entendemos es una persecución a los opositores. Por ello denunciamos al grupo de jueces y fiscales que, siguiendo las instrucciones que les da el Ejecutivo, actúa de manera sesgada y persecutoria contra nuestros compañeros", se explicó Recalde. En la Conferencia enumeró caso por caso. 

Influyó en la idea de no bajar la poca presencia de los diputados de La Cámpora, reflejo de la resignación de Cristina Kirchner.

Su hijo Máximo no estuvo en ninguna reunión y esta mañana se lo vio en Comodoro Py junto a Andrés "Cuervo" Larroque, que fue a declarar por la causa que investiga el acuerdo con Irán.

Se preocupó porque Mayra Mendoza asistiera temprano a escuchar a sus pares. Axel Kicillof reapareció al final a dar la cara y a Eduardo "Wado" De Pedro se lo vio recién cuando la conferencia de prensa había finalizado.

Tampoco se lo vio a Carlos Kunkel, quien en julio se fundó en un abrazo con De Vido cuando lograron salvarlo en la sesión."Si ellos no vienen a defenderlo, mucho no podemos hacer", se resignó un diputado del interior. Estaba aliviado.