Elecciones 2017

Un triunfo que activa el plan Macri 2019

El presidente ya decidió competir por otro mandato. Cristina se consolida como la gran líder opositora.

La elección entrega dos datos contundentes: Macri tiene elcamino despejado para buscar su reelección y Cristina se consolida como laopción opositora con mayor respaldo popular.

La Casa Rosada tenía bastante claro que este iba a ser elresultado y su esfuerzo de las últimas semanas fue que no trascendiera y si lohacía, minimizar un crecimiento nacional y sobre todo un triunfo en laprovincia de Buenos Aires, que querían guardarse para que explote en toda sudimensión este domingo.

Tan seguros estaban de este desenlace que el proyectoreeleccionista de Macri incluía un destape en el acto de cierre de campaña delTeatro Orfeo de Córdoba, que debió suspenderse por la aparición del cuerpo deSantiago Maldonado. En oficinas de la Casa Rosada se diseñaron los afiches conla leyenda "Macri 2019" que anónimos "militantes" iban a levantar ese día, paraque los tomaran las cámara de televisión. Es decir, la decisión está tomada.Macri va por otro mandato.

La extensión del triunfo de este domingo, que desbordó lasprevisiones más optimistas consolida esa trayectoria, Cambiemos ganó en la zonanúcleo, Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, pero también se impuso enbastiones peronistas del norte como la Rioja y Chaco. Punteó de amarillo laPatagonia con triunfos en Neuquén y Santa Cruz, además de ratificar elliderazgo porteño.

La decisión de competir por otro mandato está tomada, al punto que ya diseñaron afiches "Macri 2019" que iban a destaparse en el acto de cierre de la campaña, que hubo que suspender por la aparición del cuerpo de Maldonado.

En un país polarizadoal extremo, las opciones que intentaron "mejorar" los proyectos en pugna desdeuna construcción de centro superador, fueron barridas a niveles humillantes, enuna deriva muy funcional a Macri.

De los 23.214.180 votos afirmativos, Cambiemos se llevó 10.077.575 votos y Unión Ciudadana cosechó 4.732.520. Así, entre ambos reunieron el 64% de los votos y polarizaron la elección.

Los proyectos presidenciales de Sergio Massa, Juan ManuelUrtubey y acaso Martín Lousteau, deberán esperar otro país.

La elección tuvo algo de fundacional y acaso Macri merodea la posibilidad de sumarse como el nuevo eslabón de esa línea histórica que enhebran Mitre, Roca y Menem.

Cristina perdió pero también ganó. Superó los 37 puntos enprovincia -3,5 millones de votos- y destapó resultadosinesperados en Salta, donde casi manda a Urtubey al tercer puesto y en Tierradel Fuego donde ganó. Sus candidatos salieron segundos en Santa Fe, Santa Cruzy Capital y tuvo buenos resultados en Neuquén y Chubut. De hecho, en Capital y Provincia terminó metiendo más diputados que en 2015. Es decir, consolidó suposición de primera fuerza en la interna peronista.

Lo que fracasó en toda la línea fue el peronismo de centrodialoguista, esa suerte de democracia cristiana europea que tiene como líderideológico al senador Miguel Angel Pichetto y que se construyó sobre lahipótesis de un declive pronunciado del "chavismo" cristinista.

Cristina anunció en su discurso de aceptación de la derrota que Unidad Ciudadana llegó paraquedarse y esta elección es apenas el principio de ese recorrido. Una noticiaexcelente para Macri que necesita esa división del peronismo para prevalecer,mientras construye su propia hegemonía.

El Presidente goza además de la comodidad de tener como granadversaria a una líder acosada por serios problemas judiciales, con laposibilidad de la prisión rondándola. Una suerte de rehén de una dialéctica,que por ahora la ubica en el lado débil de la tensión. Débil incluso desde los números: Cambiemos suma un 43 por ciento nacional contra un 20 por ciento de la ex presidenta. Es decir, proyectado, Macri estaría ganando en primera vuelta la presidencial.

Si los proyectos de poder exitosos son aquellos que logran modelar su oposición, está claro que el proyecto de Macri se completa con Cristina. La idea -ahora se percibe en toda su extensión- no era colaborar en el surgimiento de un relevo peronista de centro que estabilice el sistema, sino conectar al kirchnerismo a un pulmotor para que la idea del relevo sea imposible.

Sería fácil decir que donde el peronismo fue unido potenciósus chances y hasta ganó. Formosa, Tucumán, San Juan son ejemplos. Que siRandazzo se hubiera plegado a Cristina estaban para ganar. Pero esa lectura noexplica la expansión geométrica de Cambiemos, su consolidación donde gobierna.

Hay algo de cambio de época dando vueltas, acaso aquellavieja teoría de Torcuato di Tella de un sistema político que se encaminaba ados grandes polos de centroizquierda y centroderecha, a la argentina.

La vieja profecía incumplida de la muerte del peronismo,este domingo bordeó como pocas veces la realidad.