Senado

Sorpresiva renuncia de Rozas a la presidencia de Cambiemos en el Senado

El chaqueño lo comunicó esta noche y lo adjudicó al ninguneo de la Rosada. Intentaban convencerlo de seguir.

Ángel Rozas renunció este martes a la presidencia del interbloque de senadores de Cambiemos, una decisión que tomó por sorpresa a sus pares que hablaban de convencerlo para seguir al menos hasta marzo, aunque con pocas esperanzas de lograrlo.

"Mañana va a presidir el bloque en la sesión, pero no creo que dé marcha atrás", reconocía esta noche ante LPO un encumbrado senador radical, de los pocos que habían hablado con el chaqueño. "Estará a cargo de Cambiemos este miércoles. Y le pediremos seguir", agregaban desde el macrismo, muy incómodos con la noticia.  

Rozas la comunicó en la reunión del interbloque que había convocada para las 19 horas y tuvo escaso nivel de asistencia. Muchos de los ausentes intercambiaban mensajes hasta la medianoche buscando una explicación. Y una salida. "No puede dejarnos sin el cargo a dos meses de fin de año, porque en marzo lo perdemos", se lamentó un senador radical ante LPO, aun impactado por la decisión de su colega.

"Ángel venía caliente porque ministros y secretarios iban a Chaco y no le avisaban. Lo contaba siempre que nos reuníamos. Pero no puede irse por las suyas y darle su lugar al PRO", comentó.

Es que con su partida, la presidencia del interbloque queda a cargo del macrista Pedro Braillard Poccard, quien ya reemplazó a Rozas cuando debió alejarse un tiempo por problemas de salud. 

Su jefatura fue una gestión de Gerardo Morales ante Mauricio Macri, con la venia de Ernesto Sanz. Pero se sabía que difícilmente continuaría en 2018, con el PRO fortalecido. 

Sus encontronazos con el Ejecutivo no son nuevos y tuvieron su pico más fuerte cuando se negó a sumar al PRO a las listas de su provincia. Los históricos macristas chaqueños fueron a la justicia para impedirle usar la marca Cambiemos.

No tuvieron éxito y Rozas terminó saliéndose con la suya, aunque no sin un tirón de orejas de Rogelio Frigerio y Marcos Peña, que por esos tiempos intentaban convencer a los radicales de solidificar la marca Cambiemos y tenían problemas con su jefe de bloque del Senado.

La mala sintonía de Rozas con el macrismo comenzó a verse en el recinto, donde Gabriela Michetti y Federico Pinedo, en diferentes sesiones, le cortaron la palabra.

Si bien apelaban al reglamento, intentaban evitar debates impulsados por el peronismo y que el chaqueño pretendía seguir, ajeno a cualquier estrategia. "No puede ser que nunca me dejen hablar", estalló en la última sesión, cuando la presidía ocasionalmente Juan Manuel Abal Medina, quien no pudo evitar las risas.

Como muestra de su descontento, Rozas no estuvo este lunes en la Casa Rosada junto al resto de las autoridades parlamentarias, invitados a hablar de la agenda hasta fin de año. Ya no le importaba participar.