La Matanza

Vidal quiere que renuncie el secretario de seguridad de La Matanza por el caso Espinoza

La denuncia sobre una banda parapolicial desató una crisis política en La Matanza y salpica a Espinoza.

Una investigación que tuvo conocimiento público en las últimas horas, iniciada por Asuntos Internos de la Bonaerense, generó que tres jefes policiales de La Matanza fueran separados de sus cargos y desató una fuerte crisis política en el municipio gobernado por Verónica Magario.

Mientras en el gobierno de María Eugenia Vidal ya comienzan a presionar para que renuncie el secretario de Seguridad de Magario, Carlos Orsingher, en La Matanza había una reunión de último momento para idear una respuesta política frente al tema. Según confiaron a LPO, redactaban en medio del shock, un comunicado.

Como confirmaron fuentes del gobierno bonaerense a este medio, el último viernes fueron desplazados el jefe departamental Enrique Sobrero, el jefe de la Unidad de Prevención de Policía Local La Matanza, José Daniel Barraza, y el comisario mayor Roberto Natalio Zalazar.

El titular de Asuntos Internos, Guillermo Berra, a cargo de la investigación, explicó hoy en declaraciones radiales que la semana pasada presentaron las actuaciones administrativas y una denuncia a la justicia. "El ministro Cristian Ritondo tomó la decisión de apartar los de sus cargos a los tres. Ya estamos notificando a los tres de sus desafectación temporaria de servicios. Hay mucho personal policial investigado", afirmó.

La investigación comenzó con la detención de Puñales, un falso pastor del Conurbano, acusado de liderar una banda de secuestradores. Con él cayeron unos seis efectivos de la policía local de La Matanza.

En tanto, desde el gobierno de Vidal apuntaban al gabinete matancero, donde reinaba el nerviosismo porque las supuestas escuchas de la causa también involucrarían al ex intendente y actual candidato a diputado de Unidad Ciudadana, Fernando Espinoza.

La investigación se inició con la detención de Mauro Mauricio Puñales, un falso pastor del conurbano bonaerense que fue acusado de secuestrar gente. Con él cayeron unos seis efectivos de la Policía Local, que están desafectados y con solicitud de exoneración.

Puñales negó tener participación de estos hechos y aseguró que realizaba "tareas ad honorem" para el Municipio. Además, afirmó tener vínculos con policías locales y bonaerenses y un nexo con Orsingher, el secretario de Seguridad de Magario.

El de Orsingher no es el único nexo con las autoridades del municipio que complica al gabinete de Magario. Puñales también contó que llegó al Municipio de la mano de Roberto Natalio Zalazar, conocido como "Nico", un comisario que figura como subsecretario de Protección Ciudadana y que está señalado hasta de tener un despacho dentro del propio Municipio desde la gestión del ex intendente Alberto Balestrini.

La intendenta de La Matanza, Verónica Magario.

Zalazar está vinculado además con el ex intendente y candidato a diputado de Unidad Ciudadana, Fernando Espinoza, un dato que surge de las transcripciones de unas escuchas judiciales que circularon en las últimas horas.

Según trascendió, existe una escucha telefónica en la que Zalazar se comunica con Fernando Espinoza y este último le dice a Zalazar que se debe ocupar de los temas por ser el "encargado" de la seguridad.

Puñales se movilizaba en un auto que estaba identificado como de la Municipalidad de La Matanza, con permiso de "libre tránsito" por uso de vehículo oficial expedido por Prevención y Seguridad Policial del Ministerio de Seguridad.

En la investigación surge que el "pastor justiciero" comandaba procedimientos policiales dándole órdenes a los uniformados y dirigiendo grupos policiales.

En las escuchas en poder del juzgado habría una comunicación de Espinoza con Zalazar en la que le ordena que se ocupe de los temas de seguridad del municipio.

Al tomar intervención la justicia a través de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), un testigo de identidad reservada cuenta que existe un circuito de recolección ilegal de dinero que proviene de actividades ilegítimas (secuestro, extorsión, venta de drogas) que pasando por los jefes de la policía de la jurisdicción llega a quienes dirigen la seguridad en La Matanza: Orsingher y Zalazar, y de ahí a la política.

Según los datos obtenidos, Orsingher y Zalazar decidían qué policías van a cada comisaría porque son los que se van a encargar de la recaudación ilegal. Los testigos indican que cada comisaría debía recaudar $ 300.000 y $ 500.000, proviniendo la mayor parte de este dinero del comercio de estupefacientes. Parte de la recaudación pasaba previamente por la Jefatura Departamental, otra iba directamente a Orsingher.

Escuchas posteriores establecen que hablan del dinero que se recaudaba para Orsingher y el monto de $ 350.000 que indican que "le levantaban" al secretario municipal, coincide con lo declarado anteriormente por testigos.

Según los avances de la investigación, Zalazar tiene un destino que no cumple, en cambio, sí cumple una función que tiene vedada por ser policía en actividad (Subsecretario de Protección Ciudadana), en la cual se presenta con un nombre falso. 

Los hechos de corrupción y recaudación ilegal de actividades ilícitas, son encubiertos por la fachada que le da Zalazar. Se recolectaron los medios de prueba que habilitaron la imputación por la creación de esta fachada que presumiblemente oculta el circuito delictivo que se encuentra detrás.