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Un caso de lavado de Milagro Sala desató una guerra fría entre el Banco Nación y la UIF

El organismo antilavado investiga si la Tupac Amaru hizo operaciones durante la gestión de Melconian. Tensión en la entidad.

Un caso de lavado de dinero contra Milagro Sala genera una tensión extrema en el Banco Nación, donde temen que algún coletazo de un expediente de la Unidad de Información Financiera (UIF) complique a los directores que permanecen desde la gestión de Carlos Melconian.

La UIF investiga desde el año pasado al Nación por los casi 30 millones de pesos que personas cercanas a la lñider de la Tupac Amarú retiraron en bolsos de una sucursal de Jujuy poco antes de que Cristina Kirchner dejara el poder. Esas operaciones no fueron reportadas como sospechosas, una obligación para los bancos, y la UIF abrió un expediente que en principio alcanza a los directores de la última gestión kirchnerista.

Pero según supo LPO en las últimas semanas el tema entró en fase crítica porque la investigación de la UIF complica de alguna manera la gestión de Melconian, el primer presidente macrista de la entidad. Esto genera nerviosismo sobre todo a los directores que sobrevivieron al recambio de autoridades y permanecen en el banco.

LPO consultó a distintas personas vinculadas al tema, la mayoría de las cuales evitó hablar sobre el caso, algunos amparándose en la confidencialidad, pero sin negarlo y dejando en evidencia la tensión que atraviesa a toda la entidad.

Una fuente vinculada al directorio admitió que hay un requerimiento de la UIF por información sobre esas operaciones, pero aclaró que las cuentas vinculadas a Sala se cerraron y descartó que la gestión macrista pueda haber liberado algún pago para la Tupac. Negó además que el tema sea prioridad en la agenda del Banco.

Es que una de las versiones indica que ya durante el macrismo se habrían seguido pagando cheques a la Tupac Amaru, lo que en principio no implicaría ninguna ilegalidad pero sí una irregularidad.

El Nación podría enfrentar multas de hasta 300 millones de pesos por los pagos irregulares que realizó a Milagro Sala. Ante el escándalo, directores actuales intentaron descargar la responsabilidad en "la línea" del banco.

Como existe la continuidad del Estado lo que sí debería enfrentar el Nación es el pago de multas por esos pagos irregulares -que según algunas fuentes al tanto del caso, podrían alcanzar hasta los 300 millones de pesos- y en todo caso también existe una polémica sobre la demora de la anterior gestión en activar las pertinentes investigaciones internas.

La UIF detectó en su momento estos movimientos e intimó al Nación para que presente un descargo y dé explicaciones, pero todo quedó en la nebulosa.

Pero el cambio de gestión en la entidad provocó un movimiento inesperado y reactivó el expediente, según contaron las fuentes. 

Quien activó al demorada respuesta fue el director Agustín Pesce (cercano al radicalismo y nombrado por González Fraga) que proviene de la UIF y está a cargo del área de lavado del Nación.

Pesce, que es considerado por quienes lo conocen un funcionario muy puntilloso, contestó el requerimiento de la UIF, desarmando la estrategia de dejar el tema eternamente congelado, para evitar el ruido político y las eventuales consecuencias penales y económicas.

El accionar de Pesce hizo escalar hasta el cielo la tensión en el Banco y hasta hubo algunos cruces con el área de legales del banco, que conduce el también radical Ramiro Monner Sans. "Acá nadie consultó", argumentaron desde el área legal. 

Ahora, con los mecanismos anti lavado activados, ya es mucho más difícil contener las consecuencias del caso y por eso crece la preocupación los directores de la gestión de Melconian que continúan en la institución.

En esa lista están Jorge Lawson, el radical Atilio Benedetti, Carlos Castellani, Miguel Arce, Ercilia Nofal, Alejandro Henke y el actual vicepresidente segundo, Luis Ribaya, un ex hombre fuerte del Banco Galicia que tuvo aceitados vínculos con el kirchnerismo, especialmente con Julio de Vido.

Ribaya es a quien atribuyen haber deslizado que la culpa del enredo es de "la línea" del Nación, es decir los gerentes de carrera, que en rigor son los que manejan el día a día del banco. Esa versión llegó a oídos de la línea y no hizo sino agravar la situación.

El ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconian.

El tema también pone en una encrucijada a la Casa Rosada, que está entre presionar a la UIF para que frene el tema o dejarla avanzar -como correspondería- y que su gestión quede involucrada en un escándalo con Sala.