"Lo culpan a Macri porque es rico"

El asesor político Jaime Durán Barba cuestionó hoy a la gente que "acusa tontamente" al presidente Mauricio Macri de haber cometido un "atentado perverso" contra Santiago Maldonado y advirtió que ese grupo piensa con liviandad que como el primer mandatario "es rico debe haber matado a alguien".

Además, recurrió a la ironía cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con declaraciones del cofundador de Cambiemos y ex senador Ernesto Sanz, quien juzgó que en torno al caso que investiga la desaparición del joven artesano en Chubut "hubo algún error de comunicación o de manejo" de parte del Gobierno: "No, pero si eso lo divierte, está perfecto", respondió.

En una charla que brindó en la Universidad de Belgrano, al ser consultado sobre el cambio de estilo de la ex presidenta en la campaña electoral, Durán Barba reflexionó, mordaz, que la candidata a senadora debe haber leído "algunos" de sus "libros o de algún otro y ha reformulado inteligentemente algunas cosas del viejo peronismo.

No obstante, deslizó que "hay un principio básico que es el de no mentir" para lograr el acompañamiento de la ciudadanía.

"Y una forma de mentir es presentarse uno como lo que no se es", añadió, en alusión al discurso más suave, menos crispado y la cercanía con la gente que Cristina Kirchner eligió para la actividad proselitista, de cara a las elecciones de medio término. El gurú ecuatoriano ofreció a los estudiantes de esa casa de altos estudios una clase sobre "El método científico y la política", donde remarcó, entre otros conceptos, que "los oradores se murieron".

Al hablar de la necesidad de que los políticos tengan "coherencia" para ser creíbles, puso como ejemplo la sociedad electoral entre Sergio Massa y Margarita Stolbizer como la falta de esa cualidad: "En política a veces la suma, resta", decretó. Durán Barba se explayó sobre su trabajo profesional en las campañas de diversos líderes latinoamericanos y expuso algunas de las ideas que forman parte de su libro "La política en el Siglo XXI", donde analiza lo que él considera el fenómeno de la popularidad del actual jefe de Estado, a quien asesora desde 2005.

En ese marco, al reivindicar el estilo "genuino" del primer mandatario y su contacto con la ciudadanía, manifestó su malestar con los sectores que responsabilizan al gobierno de Macri por la desaparición de Maldonado, el joven que fue visto por última vez el 1ero. de agosto tras una protesta mapuche en la ciudad chubutense de Esquel, desalojada por la Gendarmería.

"Esta gente que acusa tontamente a Mauricio de haber cometido un atentado perverso piensa: 'como es rico, debe haber matado a alguien'", se enojó.

El asesor estrella del titular del Ejecutivo recordó los tiempos en que comenzó a ser el consejero de Macri, en el anhelo del dirigente de poder convertirse en jefe de Gobierno porteño y, en tal sentido, rememoró lo que pensó cuando conoció a los integrantes del PRO: "Son incapaces de emocionarse con la marcha peronista o la internacional socialista'".

"Me di cuenta en la primera reunión de que eran personas que no estaban internalizadas con la política" tradicional, evocó y se mostró convencido, luego de años de experiencia, que para un candidato que quiere triunfar "es malísimo que las encuestas lo favorezcan porque eso lleva a la gente a decir: 'si va a ganar, para qué lo voy a votar. Voto a este otro que, pobre, tiene dos votos, entonces yo lo ayudo'".

El consultor sostuvo que en tiempos en que debía desplegar su actividad porfesional para cumplir con el sueño de Macri de llegar a la Casa Rosada, se dio cuenta que "mayoritariamente la población quería un cambio" luego de años de kirchnerismo.

"Llevar a (el senador peronista Carlos) Reutemann en el binomio hubiese sido una hecatombe. No tengo nada contra Reutemann pero la gente pedía un cambio y era una mala idea que se viera la propuesta nueva como la vieja política", resaltó.

Durán Barba sostuvo que en la política de hoy "lo importante es respetar a la gente. El ciudadano exige que un candidato le responda en la campaña. No responder un mensaje es malísimo" en tiempos de internet y de la inmediatez.

"Se rompió la política vertical, esa política en la que (Juan Domingo) Perón decía algo, la prensa lo publicaba y nadie lo discutía. Se terminó la distancia entre emisor y receptor. Los ciudadanos actuales escogen el mensaje. No dicen lo que los políticos o los intelectuales queremos que digan. Crean el mensaje, la opinión pública está licuada, la gente difunde los discursos según su interpretación. No hay ninguna posibilidad hoy de manipular la opinión pública. Decir eso es un disparate", concluyó.