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La grieta volvió a Diputados con una dura discusión por Venezuela

El kirchnerismo se negó a rechazar la Convención de Maduro y denunció una intervención de Estados Unidos.

La la tensión latente de la elección bonaerense se trasladó al Congreso con una dura discusión sobre la crisis de Venezuela en la Comisión de relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.

Cambiemos logró finalmente un dictamen con una declaración sobre la crisis del país petrolero pero sin la firma de los diputados kirchneristas, que rechazaron la denominación de "crisis humanitaria" y repudiar la elección de la asamblea constituyente que anuló la asamblea local.

Ni siquiera les conformó que la macrista Cornelia Schmidt-Liermann, a cargo de la Comisión, aceptara incorporar un punto de repudio a cualquier intervención militar en Venezuela, como propuso Donald Trump.

Pero el afán de sumar la mayor cantidad de fuerzas políticas, siempre valorado en la comunidad internacional no ablandó al oficialismo en algunas condiciones.

"No voy a acompañar ningún otro consenso lavado en nombre de. La crisis. Maduro se consolidó en una dictadura tomando la Asamblea constituyente", aclaró la radical Karina Banfi y consolidó una grieta que ya había iniciado la sanjuanina Sandra Castro y la Nilda Garré, del FpV-PJ.

"No nos encaminemos en teorías que o son parciales o son equivocas. Hay un hecho nuevo que son las amenazas de intervención militar de EEUU en la región", irrumpió la ex ministra de Defensa, en su habitual tensa calma.

El problema de los términos no era nuevo: el kirchnerista mendocino Guillermo Carmona, había logrado que Elisa Carrió excluyera la declaración de "crisis humanitaria" en una declaración sobre Venezuela de junio, porque decía que era utilizada por la diplomacia de Estados Unidos para justificar intervenciones militares.

La excusa tomó forma esta tarde porque el presidente de ese país no descartó enviar soldados a Sudamérica. 

El macrismo defendió a capa y espada esa denominación. "Nosotros la llamamos así porque la usa la asamblea de Venezuela", explicó la macrista Silvia Lospenato. "Es una crisis humanitaria porque la gente se muere de hambre", insistió Eduardo Amadeo.

"Mis asesores me dijeron que esto habilita una intervención militar. Eso me dijeron. Yo soy contadora", respondió Silvina Frana, del FpV-PJ.

Su compañero de bloque Juan Pedrini, eufórico por otro triunfo del peronismo en Chaco, puso más paños fríos a la declaración y apuntó a la oposición venezolana. "Las personas que tienen explosivos son terroristas", dijo, sin que nadie lo entendiera bien.

"Venezuela es una democracia débil. No le peguemos un tiro. En este momento están convocando a elecciones en las provincias", comentó. "¡Pero no dejan participar a la oposición!", gritó Amadeo. "Eso dicen los medios de desinformación", retrucó Pedrini.

Garré dejó más lejos un acuerdo unánime cuando exigió respetar el mandato presidencial de Maduro, que dura hasta el año que viene y cuestionó el repudio a la convención constituyente. No dejó de enfurecer a Lospennato, a cargo de la logística parlamentaria de Cambiemos.

"Hasta acá llegamos", se rindió Schmidt-Liermann y pasó el texto para firmar. Sólo no lo rubricaron los kirchneristas y sí se sumó Diego Bossio, aun cuando también había pedido excluir la palabra "crisis humanitaria" y la de "violación sistemática de los derechos humanos", porque "no es lo que dice la ONU". No le hicieron caso.