comercio exterior

Argentina podría perder USD 1.000 millones si hay libre comercio con Europa

Es un cálculo de la Cancillería. Brasil acapararía mercados del viejo continente. Las cifras en juego.

Un documento de la Cancillería advirtió al Gobierno de Macri que la firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea podría acarrearle a la Argentina una pérdida multimillonaria que profundice el déficit comercial.

Un análisis de los diferenciales de competitividad entre Argentina y Brasil sector por sector arrojó que en el mercado europeo, Argentina tiene la posibilidad de ganarle a su principal socio comercial acuerdos comerciales por 300 millones de dólares, mientras que Brasil podría quedarse con negocios con empresas argentinas por 1.300 millones de dólares. En este sentido, solo frente a uno de los países del Mercosur, las empresas argentinas llevarían las de perder por 1.000 millones de dólares.

Cabe aclarar que este documento es de 2016, previo a la asunción de Trump y anterior a la reforma laboral de Brasil, dos fenómenos que obligan a reevaluar la inclinación de la cancha, pero su advertencia sigue vigente: el déficit comercial récord entre Argentina y Brasil causado por la asimetría en capacidad competitiva podría proyectarse sobre el comercio intercontinental.

"La verdad es que estamos caros y no podemos sorprendernos de que la gente vaya a comprar afuera, pero pensar que la competitividad argentina se resuelve con una reforma laboral de magnitud como la de Brasil es desconocer la historia gremial y política argentina. Se pueden poner salvaguardas en la negociación para no perder los acuerdos vigentes. Pero es necesario poner en marcha cuanto antes la agenda de la competitividad que resuelva las cuestiones del costo argentino, el tipo de cambio, los impuestos, el menor crédito productivo, los problemas de infraestructura y conectividad. Hace falta también repensar las cadenas regionales de valor para favorecer la integración comercial intrabloque, si no, estamos en franco retroceso", dijo a LPO Miguel Ponce, especialista en comercio exterior.

Según advirtió la Cancillería, solo frente Brasil las empresas argentinas llevarían las de perder por 1.000 millones de dólares.

En efecto, al mirar el intercambio bilateral se observa que Argentina solamente es más competitivo en maquinaria y tecnología agrícola, en el resto de los sectores sale empatado o perdiendo. Y esto es precisamente lo que advierten los técnicos de la Cancillería al Gobierno, además de las cuestiones que tienen que ver con las asimetrías entre los bloques. En 2016, Argentina cerró el año con un déficit con la UE de 1.351 millones de dólares.

De los 43.200 millones de euros que el año pasado la UE le vendió al Mercosur, el 29% fue maquinaria, el 24% fueron químicos y productos farmacéuticos, 17% vehículos y automotores. En estos sectores, la UE tiene mayor desarrollo con menores costos, lo que intensifica la presión de la industria comunitaria por avanzar con este acuerdo con celeridad. "Más desde que la asunción de Trump dio por tierra las expectativas de poder lograr una mayor penetración del mercado de Estados Unidos. No es un mercado tan grande, pero no es nada despreciable un mercado de 800 mil millones", opinó Ponce.

Por el contrario, la UE le compró el 21% de sus exportaciones al Mercosur en 2016 por un total de 41.600 millones de euros. Estos se explican en un 24% por alimentos, bebidas y tabaco, en otro 18% por verduras, soja y café, un 14% por minerales un 8% por madera y papel, un 6% por carnes, 5% por maquinaria agrícola y el 25% por un sinfín de rubros de menor cuantía.

En este sentido, Ponce advirtió que "El lobby agrícola francés es muy fuerte porque responde a una política demográfica sólida. No quieren que la gente se vaya del campo a la ciudad y por eso tienen una fuerte política de subsidios". Como adelantó LPO, carne, vinos y biodiésel son los tres puntos en los que el Mercosur tiene la cancha inclinada a su favor y en los que Europa no va a acordar.

"Antes de Navidad lo que se va a firmar es un acuerdo político con el compromiso de fijar en la letra chica los tiempos para equilibrar la cancha e ir bajando gradualmente las posiciones arancelarias a cero. En algunos casos serán cinco años, en otros siete u ocho, o diez. Todo eso está en negociación, pero ahora toda el área encargada del comercio exterior quedó acéfala. Los agregados comerciales de las embajadas no saben a quién responde desde que se hizo el traslado de las funciones de Cancillería a Producción sin el paso del personal", explicó Ponce.

"Me duele decirlo, el área de comercio exterior está a la deriva en este momento que es clave. Faurie no solo perdió las negociaciones del mundial con Uruguay, sino que perdió las misiones comerciales, ferias, exposiciones", concluyó el especialista.