Gremios

La CGT no pudo demostrar unidad y otra vez se fue silbada

"Puto, la gente no tiene laburo", le gritaron a Daer en el microestadio de Ferro. El Masa de Viviani pegó el faltazo.

La cúpula de la CGT no pudo demostrar unidad y debió irse abucheada otra vez del plenario que se hizo este viernes en el microestadio de Ferro.

"Puto, la gente no tiene laburo", le gritaron durante su discurso a Héctor Daer, de Sanidad, que quería erigirse como el líder de una CGT unificada.

Pero los gremios del MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino) que encabeza el taxista Omar Viviani pegaron el faltazo, pese a que se especulaba con que se sumarían a la central obrera que dirige el triunvirato de Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmidt.

Se trata de la segunda vez en el año en el que este triunvirato es silbado y repudiado por los propios trabajadores que asisten al acto. Ya había ocurrido en marzo, cuando Daer, Acuña y Schmidt debieron irse custodiados del acto que se hizo en Diagonal Sur y Chacabuco. En esa ocasión, incluso un grupo de personas se robó el histórico atril de la CGT.

Esa mancha fue traída a la luz en el acto de este viernes, en el que la CGT fue vilipendiada por no convocar un paro ni adelantar para antes de las primarias la marcha que se convocó para el 22 de agosto.

"¡Hasta nos robaron el palco, carajo!", le gritó el jefe del gremio Apops (de Anses), Leonardo Fabré, a la cúpula de la CGT. "Este gobierno tiene que aprender a respetarnos", indicó Fabré y le reclamó a la cúpula que "esta es una CGT que no existe".

Durante el plenario la CGT expresó que "no" pueden "aceptar" que "los trabajadores nuevamente sean la variable de ajuste de un programa económico que desalienta la producción".

Además, la central denunció que, pese a las problemas económicos, "el movimiento obrero ha dado muestras de responsabilidad en función de aportar al bien común y a la paz social", aunque "ni las decisiones del Gobierno ni el comportamiento de los sectores económicos y financieros han respondido con similar responsabilidad".  

En el documento firmado en el plenario, los gremialistas se comprometieron "a proteger los puestos de trabajo existentes haciendo uso de todas las políticas públicas activas con las que cuenta el Estado y nuestras organizaciones, para que cesen de inmediato los despidos y suspensiones".