Diputados

El Gobierno se prepara para expulsar a De Vido la próxima semana, pero no descarta negociar

Asuntos Constitucionales se reuniría el martes 18, en pleno receso. Evalúan un canal de diálogo con Massa.

Pablo Tonelli no encontró este lunes a varios de los diputados de Cambiemos que integran la comisión de Asuntos Constitucionales que preside y postergó para el martes de la semana que viene el debate por la expulsión de Julio de Vido de la cámara baja por "inhabilidad moral".

Como adelantó LPO, tras conocerse que el juez Luis Rodríguez no hacia lugar -al menos por ahora- al pedido de desafuero y detención del ex ministro pedido por el fiscal Carlos Stornelli, los diputados Elisa Carrió y Mario Negri decidieron promover directamente su expulsión de la cámara baja por "inhabilidad moral".

Se basarían en un proyecto del radical santacruceño Eduardo Costa, que toma el artículo 66 de la Constitución para pedir el apartamiento del ex ministro por su acumulación de causas.

Pero esta tarde entre los diputados de Cambiemos había caído con simpatía el proyecto de Julio Raffo, que fue incluido en la sesión especial convocada por Sergio Massa para el miércoles.

A diferencia de Costa, Raffo propone suspender a De Vido, como indica el artículo 70 de la carta magna, tras recibir las causas judiciales en su contra.

De todos modos, en una guerra de protagonismos que ya se hizo habitual en la Cámara de Diputados, Cambiemos metería primera este martes con un anuncio oficial sobre los pasos a seguir con De Vido, para no quedar expuesto en sesión del miércoles.

Un dato que esperaban era la actitud del bloque justicialista, que esta tarde no estaba dispuesto a discutir sobre De Vido en el recinto, pese a que sí lo estaba si llega su desafuero.

Su posición es clave porque para destituir o suspender a un diputado hacen falta dos tercios de los presentes y el ex ministro puede evitar ese número con los 70 del FpV-PJ y los 17 del Bloque Justicialista. Nadie los imagina llegar a una situación así. 

El BJ representa sindicatos y gobernadores, quienes no estarían muy entusiasmados con destituir un peronista. Creen que es un antecedente peligroso.