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Cambiemos suspendió la votación de la ley Odebrecht porque la oposición rechaza un artículo clave

Es el que pone el control de la información de los arrepentidos en manos del procurador de Macri.

Cambiemos sólo consiguió aprobar en general la ley de responsabilidad penal empresaria que pone en un confesionario de la Casa Rosada a los ejecutivos de Odebrecht, pero tuvo que suspender la votación en particular cuando la oposición se unió para reescribirla y dejart sin efecto ese artículo clave para el macrismo. 

Fue Elisa Carrió quien advirtió el riesgo para los planes de Macri y rápida de reflejos pidió continuar con la votación en particular la semana próxima. Se trató de una situación con pocos antecedentes, dado que el proyecto ya se había aprobado en general con respaldo del Frente Renovador, pero los bloques opositores abortaban numerosos artículos en la discusión en particular.

La expectativa estaba en el 37, que como anticipó LPO permite a empresarios confesar hechos ilícitos por vía administrativa y ante el procurador general del Tesoro, que es el ex abogado del Grupo Macri, Bernardo Saravia Frías.

Carrió se dio cuenta que la oposición iba a eliminar en el tratamiento en particular el artículo que pone el manejo de la información de los arrepentidos en manos del procurador de Macri, el salteño Saravia Frías.

Pero ese momento no llegó porque el artículo 1 fue rechazado y por lo tanto poco sentido tenía seguir. "¡No podemos aprobar una ley que no tiene objeto!", se enfureció Héctor Recalde, jefe del FpV-PJ.

"¿Y quién está apurado? ¡Si no son las dos de la mañana! Hagamos un cuarto intermedio y sigamos debatiendo", propuso Camaño, con Massa a su lado y los diputados de Cambiemos sin saber cómo mover la próxima pieza.

Rápida de reflejos, Lilita pidió la palabra, dijo que estas maniobras suceden "cuando no se quiere aprobar una ley", pero hizo suya la moción de postergar el debate siete días porque vio que la estrategia de exponer a la oposición terminaría en cualquier cosa.

El tratamiento de la ley estuvo cruzado por intereses electorales y por eso fue tan desordenado. Cambiemos desde el inicio intentó forzar las cosas para dejar pegado al Frente Renovador con el kirchnerismo en un rechazo de la norma, pero los diputados de Massa conducidos por Camaño evitaron la celada y dejaron en ridículo al macrista Eduardo Amadeo, que se apresuró con un tuit y dejó expuesta la jugada.

La jefa de bloque del massismo Graciela Camaño.

Camaño fue la protagonista de la jornada. Dio quórum cuando el Frente para la Victoria intentó impedirlo y dejó pasar el primer pedido para retornar el proyecto a comisión, planteado por el salteño Javier David, del bloque Justicialista y cercano a Juan Manuel Urtubey.

La intervención de David abrió la ronda de carpetazos y el clima se agravó cuando Camaño acusó a Amadeo por el tuit que responsabilizaba a massistas y kirchneristas de unirse para frustrar la sesión.

Esa fue la estrategia del oficialismo desde un comienzo: aprobó el dictamen en minoría hace quince días y llegó a la sesión sin hablar con otra fuerza, a jugar todo o nada en la votación.

El proyecto, como recordó la radical Gabriela Burgos, fue enviado en octubre y responde a un viejo reclamo de la OCDE para penar a las personas jurídicas y combatir el delito trasnacional.

El kirchnerismo ignoró el tema en sus 12 años de Gobierno y cuando Cambiemos lo estaba tratando en las comisiones, Macri lo quiso usar para intervenir en el escándalo de Odebrecht.

El Gobierno quiere aprovechar el proyecto para acceder a la información de los arrepentidos de Odebrecht, que por ahora sólo podría canalizarse por la justicia y quedaría en manos de la procurador Alejandra Gils Carbó, enemiga de Macri.

Era una opción inmejorable para obtener información sobre los 35 millones de dólares de coimas que los empresarios brasileños confesaron haber pagado en Argentina, confesión que están en la justicia Brasil, a la que sólo accederán los jueces y fiscales argentinos que investigan el tema y eventualmente la procuradora Alejandra Gils Carbo, enemiga del presidente Macri.

Por eso, por orden de Laura Alonso y Germán Garavano los diputados de Cambiemos incorporaron el artículo 37 para que, para causas pasadas, los empresarios confiesen ilícitos para reducir condenas ante el procurador de Macri.

También se diferenció entre coimas pagadas por directivos y empleados de las empresas y se permite que las empresas continúen con las licitaciones, pese a confesar coimas.

"El caso Los Sauces ya pasó. El caso Austral ya pasó. Odebrecht ya pasó, pero podemos hacer algo", lo justificó Burgos, quien como contó LPO se peleó con Alonso porque se mantuvo firme en que la ley penal no podía ser retroactiva. Así surgió la "vía administrativa".

No pudo escucharlo Julio de Vido, implicado como pocos ex funcionarios en el Lava Jato, pero ausente en la sesión. Carrió pidió por él y el ex ministro le contestó por las redes sociales.  "No tengo nada que contar sobre Odebrecht. Que (Carrió) le pregunte por las coimas de Odebrecht a (Gustavo) Arribas, que recibió transferencias por 800 mil dólares en cuentas off shore".

Pero el debate estaba en el recinto. "Esta ley no tiene privilegios porque no tiene excepción de pena. Y porque antes no había ley", explicó el macrista Daniel Lipovetsky, artífice del dictamen en comisión.

"El Gobierno no fue a fondo contra las empresas porque es las empresas. No tiene conflicto de interés. Es el interés", atacó la massista Mónica Litza.

Le abrió la puerta para que todo el kirchnerismo recuerde que Iecsa, la empresa asociada a Odebrecht en el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, es la histórica firma de Franco Macri, cedida a su sobrino Ángelo Calcaterra, que hace un mes se la vendió a Marcelo Mindlin. De hecho, este mismo miércoles Macri logró otro de sus objetivos, anticipado por LPO, Odebrecht cedió el contrato del soterramiento a la italiana Ghella, socia de Iecsa.

Camaño cerró el debate recordando una a una las causas de conflicto de interés de Macri (Correo Argentino, Avian y hasta la reciente visita de Macri a la automotriz china Chery, firma que su padre trajo a la región).

"El artículo 37 es inconstitucional y el 5 es una barbaridad", cuestionó. El 5 es el que prevé la colaboración eficaz de los empresarios con la posibilidad de extinción total de la pena.

Los macristas Nicolás Massot y Macrio Negri.

Mario Negri puso el cuerpo. "El corazón de la ley está en que se abran las puertas para que vengan a contar la verdad los que sobornaron en el país y fuera del país, que se destape la olla, caiga quien caiga, venga de donde venga. Por ahí sabemos quien llevaba a López cuando tenía los bolsos", dijo el jefe del interbloque Cambiemos y sostuvo que, para él, el artículo 37 era inocuo. Pero para el Gobierno es central.

Ante la polémica, el peronista David volvió a proponer mandar el tema a comisión y pese a que muchos massistas lo habían sugerido en el debate, Camaño dijo que igual la votarían en general "para no regalarles un título, que es lo que vinieron a buscar".

Después vino el escándalo previsible, Cambiemos no pudo ratificar una mayoría para el primer artículo y el proyecto iba a derivar en un texto incoherente y sin sentido. Carrió, con sus 20 años de experiencia parlamentaria, lo advirtió y propuso un cuarto intermedio. Todos aceptaron.