Elecciones

Cristina ahora se tienta con los timbreos y quiere a Agustín Rossi de jefe de bloque

La ex presidenta ya planea caminatas por el interior. "Tengan cuidado que Sergio puede crecer", le advirtió a su tropa.

Cristina Kirchner ya lo aceptó: mientras era Gobierno, el macrismo aprovechó mejor que nadie las nuevas tendencias de comunicación y estrategia de campaña para lucirse en las contiendas electorales. Y sin muchos complejos, decidió copiar lo que entiende es el formato más actualizado para encarar la pelea de agosto y octubre, como dejó en claro en su acto de lanzamiento de Arsenal.

Ahora, desde la comodidad de ser oposición, apelará a esas armas para su campaña como senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, que iniciará con caminatas por el interior, los pueblos rurales que más la rechazan.

"Habrá charlas con la gente por la calle. Así la van a ver", resumieron este lunes a LPO desde su entorno. Serán una versión K de los famosos timbreos del PRO, la fórmula que hizo popular Marcos Peña como antítesis de la política tradicional.

Es la consecuencia lógica del proceso de apropiación de la tecnología de campaña de Durán Barba que ensaya el cristinismo, pero en el que se reivindican pioneros con el slogan "Cristina, Cobos y Vos" del 2007.

Pero ahora lo replicará sin el desgaste de gestión y con métodos renovados, como mezclarse entre la gente, una fórmula que ya es habitual en las campañas europeas. La obsesión del equipo de la ex presidenta es sumar lo perdido en sectores medios que ahora rechazan al Gobierno pero no la quieren de vuelta.

La obsesión de Cristina es recuperar el voto de sectores medios desencantados con Macri, pero que continúan rechazándola.

Una porción de ese electorado es la que retiene Sergio Massa, que en la intimidad, cuando analiza las proyecciones de las encuestas con su equipo de campaña, Cristina reconoce que "tiene margen para crecer".

Según supo LPO, los datos que hay en el búnker del tigrense muestran a la ex presidenta con un techo levemente superior 30, pero con mediciones altísimas en los estratos bajos, que llegan al 45.

Y el volumen de esa porción no es tan fácil de medir para los encuestadores.

Esto encendió alarmas en la Casa Rosada que ensayó un peligroso juego de polarización, que ahora prendió luces amarillas. En el comando de campaña del PRO reconocen que Cristina está en el orden de los 32 puntos, pero el problema es que por ahora no están logrando que la fórmula Esteban Bullrich-Graciela Ocaña llegue a los 30, con un agravante: Su baja penetración en la agenda pública, hoy monopolizada por la ex presidenta.

Agustín Rossi y Wado de Pedro.

En ese marco, además de la campaña, Cristina ya empezó a diseñar el rol que tendrá su fuerza en el nuevo Congreso que imagina más combativo. Puntea un bloque de diputados de más de 70 fieles, conducido por un reingreso triunfal: el rosarino Agustín Rossi.

Rossi es candidato a diputado nacional por Santa Fe y aunque tiene que pasar por las primarias, no tendría problemas en volver a la banca que ocupó por 8 años. Cristina lo quiere otra vez de protagonista.