El Gobierno presiona a Massa para tener el control del caso Odebrecht

Con las listas presentadas, el miércoles la Cámara de Diputados será el primer escenario de campaña electoral en la provincia de Buenos Aires, con los tópicos ya conocidos: Cambiemos y el Gobierno se acusarán de corrupción y Sergio Massa se declarará inmune.

El tema será la ley de responsabilidad penal empresaria, envidada por el Gobierno en noviembre por demanda de la Ocde, convertida luego en instrumento de Mauricio Macri para controlar la información sobre las coimas que la constructora Odebrecht declaró haber pagado en Argentina.

Para llegar a ese diseño, Laura Alonso incorporó un artículo que habilita por vía administrativa a que empresarios confiesen ilícitos para reducir su pena.

Pero no lo hagan ante la justicia sino ante la Procuraduría del tesoro, controlada por el ex abogado del Grupo Macri, Bernardo Saravia Frías.

Cambiemos apuró la ley con un dictamen en minoría y está dispuestos a acusar de cómplices de la corrupción a quienes no se atrevan a sentarse a discutir el miércoles.

Mientras el kirchnerismo no dio señales de saber qué hacer (Julio De Vido es diputado y principal implicado), el Frente Renovador negoció esta tarde cambios con Cambiemos, pero no hubo acuerdo.

Los massistas no están de acuerdo con el artículo sobre Odebrecht, que es lo que más le interesa al Gobierno.

Las negociaciones seguirán mañana y para no quedar engrampado en plena campaña, en el Frente Renovador piensan en dar quórum, aprobar el proyecto en general y dar el debate en particular sobre el polémico artículo 37.

"Somos los únicos que no estamos implicados en el lava jato", decían esta tarde. La discusión seguirá mañana. Y el miércoles empieza la campaña.