deuda

Macri endeuda hasta a nuestros bisnietos

La colocación del bono a 100 años hará que se paguen 8 veces el capital y que cada vez haya menos dinero para salud y educación y más para intereses de deuda. Es un desfalco contra tres generaciones.

La emisión de un bono a 100 años con una tasa de interés del 7,125% anual (que por el "precio de corte" de la colocación se eleva al 7,9%) configura una de las operaciones más escandalosas de la historia de la deuda externa argentina (lo que ya es mucho decir).

Se trata de 2.750 millones de dólares de capital que devengarán 195,94 millones de dólares por año de interés. Al cabo de 100 años serán 19.594 millones de dólares que sumados al capital ascenderán a 22.344 millones. En concreto: devolveremos más de ocho veces el capital inicial.

Para que veamos la magnitud del negocio que el estado argentino le está ofreciendo a los pulpos especuladores internacionales: si alguien coloca 100 dólares a este rendimiento y va reinvirtiendo sistemáticamente a este rendimiento, al cabo de los 100 años se hace de 219.776 dólares.

Este nuevo endeudamiento es "a medida" de los operadores de las finanzas mundiales. Se trata de un auténtico desfalco al estado argentino. Primero, porque el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había anunciado hace un mes que la Argentina ya había conseguido todo el financiamiento externo que precisaba para 2017: ¿por qué entonces este nuevo bono? Desde que se inició el año ya se lleva incrementada la deuda externa en 12.750 millones de dólares (en colocaciones en divisas y con jurisdicción extranjera en caso de litigio). Más aún, ya hay trascendidos que la fiesta de endeudamiento continuará en el segundo semestre, con nuevo bonos por 2.600 millones de dólares más, en euros, yenes o francos suizos. Todo para alimentar la bicicleta financiera y la fuga de capitales.

El segundo motivo por el que esta colocación constituye un auténtico desfalco lo tenemos si miramos los rarísimos casos de otros países del mundo que también emitieron bonos a 100 años de plazo. México lo hizo con una tasa del 5,25% e Irlanda del 2,35%. ¿Por qué nosotros pagamos una tasa usuraria de casi el 8%? Peor aún, ¿por qué el gobierno argentino lanza este bono 24 horas antes de que se considere "mercado emergente" (en la calificación de Morgan Stanley) lo que implicaría que Argentina podría acceder a tasas sustancialmente más bajas? Por supuesto, parte de los ganadores de este oscuro negocio fueron los colocadores de esta nueva deuda: el Citigroup, el HSBC y, en forma secundaria, el Nomura y el Santander.

El gobierno de Macri, fervorosamente quiere establecer su propio récord a la triste lista de los últimos 40 años. De presidentes, ministros de Economía y presidentes del Banco Central, que hicieron crecer hasta niveles infernales la bola de nieve de la deuda externa, que se terminó transformando en la cadena más fuerte de nuestra dependencia.

Hoy ya escuchamos al gobierno nacional y a los provinciales repitiendo que "plata no hay" cada vez que aparecen los justos reclamos de salud, educación, trabajo o vivienda. Nosotros le respondemos: mentira, el dinero existe, pero se destina al pago de los servicios de la deuda. Que en 2017 sumarán 16.000 millones de dólares a abonar en efectivo en los distintos vencimientos (parte de los cuales ya se ha realizado). Con los nuevos endeudamientos, cada vez será más dinero, que requerirá más ajuste. Que igual no alcanzará y terminará llevándonos a la catástrofe. Como en 1982, en 1989 o en 2001.

Por eso hoy denunciamos esta nueva estafa y exigimos más que nunca, dejar de pagar la ilegítima e inmoral deuda externa de nuestro país.