RUSIA

El ex jefe de FBI: "La Casa Blanca mintió, así de sencillo"

El ex director del FBI testificó ante el Senado y confirmó lo que ya se rumoraba.

Después de semanas de especulación y un adelanto ayer a lo que vendría, finalmente hoy tuvo lugar el testimonio de James Comey, ex director del FBI despedido por Donald Trump hace un mes.

No llegaron las suculentas revelaciones que unos esperaban y otros temían. Se dice que Donald Trump llevaba días irritado en espera del testimonio, quizá temeroso de lo que pudiera hacerle a sus ya de por si abismales porcentajes de aprobación, que ayer alcanzaron 36%, un nuevo récord para el presidente.

Si bien buena parte del testimonio, las partes fundamentales, se conocieron desde ayer, cuando Comey envió al Senado -y por ende a la opinión pública- sus comentarios de apertura, sí existen varias conclusiones importantes qué sacar de los eventos de hoy.

1) Comey está convencido de que fue despedido por la investigación del caso Rusia

No quedaban muchas dudas en este punto. El mismo Trump, en uno de sus habituales arranques, declaró en una entrevista que en parte había despedido al director del FBI por "todo ese asunto con Rusia"; sin embargo, no quedaba claro qué pensaba Comey al respecto, ya que la Casa Blanca en un principio intentó justificar el despido argumentando que había sido recomendación del Fiscal General Jeff Sessions y su lugarteniente, supuestamente porque Comey había perjudicado a Hillary Clinton durante la elección. Una versión difícil de creer aún si no se tratara de la administración Trump.

Lo importante de este punto es que, aunque no lo dijo abiertamente, Comey considera a Trump responsable de obstrucción de la justicia, una pena que justifica el juicio político.

Cuando le preguntaron sobre la versión inicial de la Casa Blanca para despedirlo, Comey respondió sin dejar lugar a dudas: "Esas fueron mentiras, así de sencillo".

"Sé que fui despedido porque la forma en que estaba conduciendo la investigación Rusia estaba poniendo presión sobre [Trump]".

Después, Comey se defendió de las acusaciones hechas por la Casa Blanca sobre que otra de las razones de su despido había sido que el exdirector ya no contaba con el respeto y admiración de los miembros del FBI.

"La administración entonces eligió difamarme, y más importante, al FBI, al decir que la organización estaba en caos y con liderazgo deficiente".

2) Comey filtró sus conversaciones con Trump para provocar el nombramiento de un investigador especial para el caso Rusia

Nuevamente, aunque era algo que ya se sabía, el ex director del FBI confirmó que fue él quien filtró los memorandos de sus conversaciones con el presidente a la prensa. Comey explicó que lo hizo a través de un colega abogado, cuyo nombre no reveló durante la audiencia, pero es sabido que se trata de Daniel Richman, un ex procurador federal que también confirmó su rol en la trama, aunque se negó a dar más declaraciones.

Cuando el senador republicano Roy Blunt le preguntó por qué creía que tenía derecho a revelar sus conversaciones privadas con el mandatario, Comey se justificó: "Como un ciudadano privado, sentí que estaba en libertad de compartirlo. Pensé que era muy importante que la información saliera".

Ante la pregunta de por qué había usado a un tercero para filtrar la información a la prensa en lugar de hacerlo personalmente, Comey respondió, provocando risas en el recinto, que hacerlo él habría sido como "alimentar a las gaviotas en la playa". En ese momento, explicó el ex director, un día después de haber sido despedido, la prensa estaba "acampando afuera de su garage" y él estaba por salir de la ciudad con su esposa para refugiarse de los medios.

Comey confirmó que su deseo al filtrar la información era que el Departamento de Justicia nombrara a un investigador especial, cosa que sucedió. Días después el vice fiscal general puso a Robert Mueller al frente del caso Rusia. Mueller fue el antecesor de Comey, dirigió el FBI de 2001 a 2013.

Al día siguiente de despedirlo, Trump tuiteó, como una especie de amenaza a Comey, que deseara que "no hubiera grabaciones de sus conversaciones". Hoy Comey le respondió hoy al presidente: "Por Dios, ojalá haya grabaciones", que confirmen las conversaciones que tuvieron.

3) Desde el día 1, Comey no confiaba en Trump y su relación siempre fue extraña

Respecto a por qué había tomado notas exhaustivas de sus encuentros privados con Trump, Comey respondió que "honestamente estaba preocupado" de que el presidente mintiera sobre lo que se había sido discutido. En total, el exdirector y Trump hablaron nueve ocasiones.

En general, Comey describió una relación incómoda con Trump, quien enrareció el trato metiendo el tema de Rusia y haciendo solicitudes inapropiadas al exdirector.

Comey reiteró lo que dijo ayer en su declaración escrita, que Trump, durante la cena que tuvieron en enero, le dijo "espero lealtad, necesito lealtad".

También dijo que cuando Trump le "pidió" que ojalá pudiera "dejar ir" el tema de Michael Flynn y sus nexos con Rusia, "lo tomé como una orden".

Comey explicó también que cuando habló con el presidente sobre el explosivo dossier elaborado por un contratista independiente en Inglaterra, donde salió la historia no verificada de Trump en Moscú involucrado con prostitutas, "no quería que él pensará que lo hacía" como una especie de amenaza. "No quería que tuviera la impresión de que el Buró estaba tratando de hacerle algo".

Por su parte, Mark Kaskowitz, el abogado personal de Trump, ofreció un breve testimonio ante medios una hora después de que Comey hablara. Declaró que el presidente se sentía reivindicado por la declaración de Comey, que "dejó en claro que el presidente nunca buscó impedir la investigación" de la participación de Rusia en la elección presidencial.

Dijo también que, como lo declaró Comey, "el presidente le dijo que sería bueno descubrir si algún asociado de Trump había hecho algo malo".

El presidente, dijo Kaskowitz, nunca presionó a Comey a hacer nada inmoral. "El presidente nunca presionó al señor Comey".

Sin embargo, el abogado aseguró que la Casa Blanca no había mentido, y que Trump nunca le pidió su lealtad al exdirector. También denunció la admisión de Comey de haber filtrado "conversaciones secretas" que tuvo con el presidente, y acusó a personajes que han intentado dañar la administración de Trump a través de filtraciones: "el señor Comey es uno de ellos".