Elecciones

Futbol electoral: Macri extiende hasta noviembre los partidos gratis

Los operadores de cable buscan endulzar clientes que después no siempre rompen el abono y siguen ligados.

La idea de Mauricio Macri de extender el Fútbol Para Todos hasta noviembre, a pesar de que el programa ya no existe, tiene una doble lectura. Por un lado la política es tan obvia, como que el beneficio se mantiene hasta el mes exacto al de las elecciones.

Sin ponerse colorado el Gobierno anunció este martes que se podrá seguir disfrutando del fútbol gratis hasta noviembre, pese a que Fox y Turner compraron en conjunto los derechos para televisar de manera privada a partir de agosto.

Sin embargo, la propuesta tiene una trampa que permitió conseguir el apoyo de las empresas. Fox y Turner también tendrán su beneficio, aunque no lo parezca. Ocurre que todo el mundo podrá mirar los partidos por la pantalla que sea pero previamente deberá abonarse al servicio de fútbol (obviamente ya teniendo de antes el servicio de TV por cable), que una vez andando costará unos 300 pesos por mes adicionales al abono básico que cualquier familia paga hoy.

La trampa es que la gente que quiera ver el fútbol gratis, igual deberá abonarse al cable y al paquete de fútbol. Y una vez adentro, a partir de noviembre deberán empezar a pagar.

Es decir, los operadores de cable ya tendrán una medida detallada de cuánta gente está interesada en mirar el deporte, porque habrá adquirido el paquete a pesar de no tener que pagarlo por los primeros tres meses. De esta manera, Macri se garantizará que no habrá malos humores previo a las legislativas y Fox y Turner apostarán a un proyecto de marketing que suele fallar muy poco. 

Según estudios de mercado, cuando un cliente opta por algún servicio, como la telefonía celular, por ejemplo, a partir de una promoción limitada, no suele desprenderse de éste cuando empiezan a cobrarle lo que realmente vale. 

Es decir, en este caso apuestan a que mucha gente se sume al sistema gratuito del fútbol para que después, un alto porcentaje, ya abonado a la red de cable que fuera, permanezca conectado a pesar de que tendrá que gastar 300 pesos adicionales.

De esta manera se entiende por qué Fox y Turner aceptarán el pedido de la Rosada de no cobrar durante 90 días, a pesar de haber puesto una llave de 1.200 millones de pesos y, desde agosto, una suma anual de 3.200 millones para quedarse en exclusiva con los derechos del fútbol. Porque está claro que desde el Gobierno tampoco bajará un peso, es decir que las compañías de TV tendrán que cubrir ese hueco monetario. 

Pero además de una devolución de favores hacia la Rosada, que desde el primer minuto impulsó que Fox y Turner se quedaran con el fútbol ante el interés de ESPN, es un combo ideado desde el marketing político-económico y promocionado como una gran idea para endulzar a posibles abonados a un sistema que apostó mucho dinero para que el fútbol lo vean sólo los que puedan pagarlo.