Estados Unidos

El escándalo de Rusia ahora alcanza al Fiscal General de Trump

Robert Mueller, a cargo del caso Rusia, se dispone a investigar a sus jefes por haber despedido a Comey.

 El investigador especial asignado al caso Trump-Rusia, Robert Mueller, incluirá en su investigación a Paul Manafort, ex director de campaña de Donald Trump, e investigará también a sus jefes en el Departamento de Justicia, Jeff Sessions, el Fiscal General, y su segundo de abordo, Rod Rosenstein.

Manafort es observado desde hace meses por el FBI y otras agencias por sus nexos con agentes extranjeros, entre ellos el presidente de Ucrania Viktor Yanukovych, un aliado de Vladimir Putin; y por manejos financieros sospechosos cuando estuvo al frente de la campaña del presidente. Por ley, todo ciudadano norteamericano que sirva los intereses de un gobierno extranjero, debe informarlo al Departamento de Justicia, algo que Manafort nunca hizo.

El próximo miércoles James Comey, exdirector del FBI, testificará ante el Senado sobre si fue presionado por Trump para cerrar la investigación del caso Rusia

Mueller fue director del FBI entre 2001 y 2013 y es reconocido por la minuciosidad de sus investigaciones. Irónicamente fue puesto al frente del affair Rusia por el vice Fiscal General Rod Rosenstein, quien quedó a cargo del caso cuando su jefe Sessions fue forzado a recusarse por estar involucrado con la campaña Trump desde el inicio, y por haber tenido contacto con funcionarios del gobierno de Putin.

El próximo miércoles James Comey, quien fue despedido como director del FBI por Donald Trump el mes pasado, testificará ante el Senado sobre si fue presionado por el presidente para cerrar la investigación del caso Rusia y dejar en paz a Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional de Trump que fue despedido por sus nexos con el embajador ruso.

Este viernes la AP informó que no sólo será Comey quien testifique. Un día antes se presentará ante el comité investigador del Senado el vice fiscal general Rod Rosenstein, quien era reconocido como un abogado capaz e independiente, hasta que colaboró en el despido del exdirector del FBI.

Robert Mueller, investigador especial del caso Rusia

La Casa Blanca intentó justificar el despido de Comey argumentando que había sido una recomendación de Rosenstein y Sessions, quienes habrían enviado dos cartas al presidente pidiendo que Comey saliera del buró. Sin embargo, el mismo Trump desmintió las versiones de su equipo. A los pocos días aseguró en una entrevista que había sido su decisión despedir a Comey, e incluso dijo que en parte lo había despedido por la investigación de los nexos entre la campaña del presidente y los rusos. Es decir, Trump podría haber cometido obstrucción de la justicia, un crimen grave que a Richard Nixon le costó la presidencia.

El testimonio de Comey fue postergado hace unas semanas, y los medios no ha parado de especular sobre lo que dirá el ex director del FBI sobre el presidente.

Hoy, diversos medios reportaron que Comey seguía muy enojado por su expulsión del buró, específicamente con Sessions y Rosenstein, quienes colaboraron con su despido sin hablar con él antes ni informarle lo que estaba ocurriendo.