Poli le recriminó a Macri la polarización y la pobreza
El arzobismo de Buenos Aires, Mario Poli, hizo una dura crítica a la polarización que domina el escenario político y exigió no minimizar la pobreza, durante el Tedeum que ofreció en la Catedral porteña ante Mauricio Macri y todo su Gabinete.
"Dejemos interpelar por la realidad humana que vivimos. Comparto que muchos pueden pensar que no hay motivo para hacer fiesta patria, cuando buena parte de nuestro pueblo o se siente invitado. Porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida digna", desafió Poli.
Y pidió "superar la confrontación que nos roba la esperanza" y buscar "el fecundo y arduo camino del diálogo un consenso creativo tan necesario para que se haga realidad el progreso de nuestra Nación".
"Comprobamos que muchos pueden pensar que no hay motivo para hacer fiestas patrias cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado", agregó el cardenal, cercano a su antecesor, el Papa Francisco, quien por años dedicaba duros discursos a los Kirchner en cada aniversario patrio.
"La inequidad genera violencia", afirmó y pidió saldar la "deuda social interna" volviendo a las reservas culturales, morales y espirituales del pueblo "que, junto a la perseverancia y las pruebas, le han permito sobrevivir a tantas promesas incumplidas, fracasos y postergaciones".
Poli pareció hacer lo mismo con Macri cuando exigió bajarle el valor a las estadísticas, uno de los instrumentos ordenadores de la gestión presidencial.
"Las estadísticas veraces son muy buenas, porque nos advierten dónde estamos parados para encarar soluciones. No obstante, los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias que sufren la postergación y el desánimo", planteó.
"Lo compartimos". El jefe de Gabinete, Marcos Peña, intentó disimular las duras críticas del cardenal Poli con su habitual estilo: "Fue una homilía muy sentida que compartimos como siempre", dijo el funcionario a la prensa al término de la homilía.
Macri cumplió el ritual de caminar desde la Casa Rosada hasta la Catedral, acompañado por su esposa Juliana Awada; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; la vice Gabriela Michetti; los ministros del gabinete nacional; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó y Federico Pinedo.
Su presencia estuvo en duda por una descompensación en Ecuador durante la asunción de su par Lenin Moreno, que lo obligó a cancelar parte de su agenda. No fue el único con problemas de salud en la Catedral: Rodríguez Larreta tuvo que irse por una leve recaída.
Sonriente, Marcos Peña le respondió a Poli en un breve diálogo con la prensa en plaza de Mayo. "Que la inequidad genera violencia es un dato de la realidad; nosotros siempre lo hemos planteado, por eso trabajamos todos los días para reducirla, después de mucho tiempo de fracasos acumulados", sentenció el funcionario.
"Fue una homilía muy sentida, y compartimos como siempre sus palabras; es el desafío de terminar con la exclusión, con la desigualdad, con la pobreza, y es un trabajo que tenemos que hacer todos juntos", respondió.