Congreso

Sugestivo encuentro de Sanz, Pinedo, Pichetto y Massa con uno de los ideólogos de la Moncloa

Sanz pidió un acuerdo tras las elecciones, ante el español Tamames, protagonista de aquel pacto histórico.

El ex diputado del Partido Comunista español Ramón Tamames visitó el país para recordar su participación en el pacto de la Moncloa, aquel acuerdo entre las fuerzas políticas de su país en 1977, tras la caída del régimen del general Francisco Franco, que permitió a España ingresar en una senda de progreso que colocó a la península en la Europa desarrollada.

Y no lo hizo ante desconocidos: brindó una conferencia en el Senado junto a Ernesto Sanz, Miguel Pichetto y Federico Pinedo; y visitó a Sergio Massa; o sea, referentes de las fuerzas políticas que el año pasado dominaron la agenda parlamentaria argentina.

Sanz, que tiene una silla reservada en la mesa política de Macri, retomó en la reunión su frustrada apelación a un acuerdo de gobernabilidad que exceda Cambiemos y pidió para el país un acuerdo a largo plazo tras las elecciones "cuando seguirá sin haber una fuerza política mayoritaria".

"¿Hay una oportunidad para una Moncloa en Argentina? Yo creo que sí. Por eso estoy sentado acá, con este señor", dijo Sanz, en referencia a Pichetto, quien ni bien asumió Macri propuso un esquema de trabajo similar, pero chocó con la resistencia de Marcos Peña, que entiende que acordar con el peronismo un esquema de gobierno en lugar de fortalecer, debilita al Poder Ejecutivo. 

"Si el único acuerdo de gobernabilidad que podemos hacer es que un presidente no peronista termine su mandato, es una vara muy baja", se lamentó su Sanz.

Pichetto destacó que, como había dicho Tamames, aquella España tuvo el apoyo de una burguesía nacional y que por lo tanto se deben dejar lado "visiones mezquinas" para pensar el país.

"Lo digo con respeto a los derechos humanos. No quiero ninguna polémica. Pero el único debate que funciona en Argentina es el del pasado. Y necesitamos debatir el futuro", propuso.

Pinedo tomó el guante, celebró que los políticos argentinos tienen "mucho en común" y aceptó que la economía mundial cambió ("Hoy priman los servicios y en comunicación al Pacífico", dijo), pero planteó que cualquier acuerdo a largo plazo debe contemplar "una solvencia fiscal".

Un rato antes Massa, acompañado por Roberto Lavagna, había pedido un pacto entre las fuerzas. "No podemos seguir con la mitad de la población con ingresos que representan menos del 70% de la canasta básica", alertó.

Massa no participó de la exposición en el Senado, pero se reunió con Tamames en el Hyatt de la Recoleta, junto a Roberto Lavagna, un viejo conocido del establishment político europeo.

No es un secreto que cuando al inicio del gobierno actual, Sanz junto a Gabriela Michetti y Emilio Monzó proponían un esquema amplio de acuerdos de gobierno al estilo de los Pactos de la Moncloa, del otro lado de la mesa imaginaban a Massa, Pichetto y los gobernadores peronistas.

Recuerdos de la Moncloa

Este jueves en el Senado, durante media hora Tamames reseñó el pacto de la política española que permitió iniciar un período democrático y superar una de las peores crisis económicas, iniciadas con la crisis petrolera en 1973.

"Había muchos periodistas extranjeros esperando catástrofes para ser (Ernest) Hemingway. Pero no fue así", recordó quien en aquel entonces era diputado del Partido Comunista.

El español generó una expectativa pocas veces vista en el Congreso: El Salón Azul del Senado estaba repleto, con Gabriela Michetti en la primera fila y la mayoría de legisladores y funcionarios de la casa acurrucados para escuchar.

El moderador fue el periodista Julio Bárbaro, quien recordó su fugaz experiencia como diputado en 1973. "Estábamos unidos y nos fuimos a la España de Franco". Pichetto reivindicaría aquellos años como los únicos en los que se intentó un pacto amplio "con un ministro de economía que era empresario como Juan Gelbard y un sindicalista como José Rucci. Después Perón murió y se terminó", se lamentó.  

Pero para todos fue imposible no comparar las problemáticas de aquella España con las de Argentina actual: alta desocupación, inflación y recesión. Se agregaba uno nada menor, como el de respetar la monarquía que aún refrenda decretos y leyes.

"Hubo consenso en que aumentos salariales del 28% no pueden soportarse en una economía. Entonces se acordaron incrementos junto a la inflación", contó el ex diputado comunista.

Reseñó, además, que se aplicó una reforma impositiva "que fue muy discutida" y consistió en gravar hasta el 70% de la renta generada.

"Hubo algo más que la economía. El espíritu de empujar hacia adelante", cerró Tamames. Y todos aplaudieron.