Inflacion

Se vuelve a escapar la inflación en abril con un 2,6% y disuelve la meta anual

Según el Indec, fue mayor a la del mes anterior y ya superó el 9% en 2017. Sturzenegger prometió un 17% anual.

La inflación oficial de abril fue de 2,6 por ciento y puso otra vez en crisis la meta anual del 17 por ciento -como techo máximo- que prometió el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Según informó el Indec, el índice acumulado en el primer cuatrimestre es del 9,1 por ciento y la inflación del último mes fue aún mayor que la de marzo, que había sido del 2,4%. 

De esta forma, la inflación acumuló un incremento de 27,5 por ciento en los últimos doce meses.

Estos números diluyeron la teoría del Gobierno de que la inflación estaba experimentando una tendencia decreciente, más aun teniendo en cuenta que no hubo tarifazos en los servicios en el último mes con los que el Gobierno pueda justificar la suba del índice. La única respuesta fue un tuit del vicepresidente del Central, Lucas Llach, que reconoció que se trataba de un "mal dato", pero sostuvo que "la inflación verdadera ya es la mas baja desde 2014 y seguirá bajando".

Por otro lado, el Gobierno no logra bajar la llamada "inflación núcleo", que concentra al 70 por ciento de los bienes y servicios que no son ni regulados ni estacionales. La núcleo se consolidó en 1,7 puntos y no baja desde agosto del año pasado. Ese es según varios analistas el tema más grave.

El repunte del índice de inflación preocupa no sólo porque esta vez no hubo tarifazos que lo justifiquen, sino porque se suma a otro dato preocupante: Desde agosto del año pasado la inflación núcleo permanece estacionada en un alto 1,7%.

Las explicaciones son varias, pero hay un consenso bastante amplio que la decisión del Gobierno de no acompañar con una baja del gasto el ajuste monetario que hace el Central vía una suba de tasas que golpea y fuerte en la actividad, explica buena parte de la disfuncionalidad del modelo macrista.

Con un agravante: La caída de actividad ya empezó a afectar la recaudación, que en los últimos dos meses creció por debajo de la inflación, con lo que el agujero fiscal empieza a entrar en un círculo vicioso, muy conocido en la historia contemporánea de la Argentina.

Lo que se ve en alguna medida es el previsible fracaso del gradualismo, que empieza a quedarse a mitad de camino de todas sus promesas. 

La economía argentina en el año y medio de Macri, luego del shock de éxitos iniciales -salida del cepo, acuerdo con los holdouts y regreso a los mercados- empieza a quedar atrapada en un pantano de alto déficit e inflación, atraso cambiario y deuda escalando a niveles insostenibles en el largo plazo con las actuales tendencias de gasto.

El regreso con fuerza del problema inflacionario -en rigor nunca se fue- platea además al Gobierno un desafío político de primera magnitud: No es un secreto que la gente vota con el bolsillo y los sectores más populares son los primeros en sufrir la escalada de precios, como pudo comprobar la gobernadora María Eugenia Vidal y sus funcionarios durante el timbreo del fin de semana pasado, en el que abundaron los reclamos porque "la plata no alcanza".

El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, uno de los hombres más políticos del PRO ya había encendido luces amarillas durante el fin de semana, cuando advirtió que la inflación estaba lejos de estar en remisión, como sostienen voluntaristas desde el Central.

El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, fue de los primeros en alertar sobre el regreso del problema.

Ahora se entiende porqué el ex ministro Domingo Cavallo salió a pedir de manera urgente un "plan de estabilización con desarrollo". En su blog personal, Cavallo advirtió sobre el posible fracaso del actual rumbo económico y recomendó a Sturzenegger a entender que la tasa de interés por si sola en una situación como la actual no alcanza para bajar la inflación.

 Cavallo sugirió al Gobierno que mire la experiencia de Perú, una de las economías que mas crecen en la región. "No se confundan con la experiencia de Chile, México y Colombia, porque esas economías nunca estuvieron dolarizadas, ni de hecho ni de derecho", señaló Cavallo y agregó: "No cometan el error de Brasil de basar toda su estrategia estabilizadora en el mantenimiento de muy altas tasas reales de interés, es ilusorio pensar que la estabilización provocará por sí sola crecimiento económico". 

"Para que la economía crezca vigorosamente se necesitan profundas transformaciones estructurales, comenzando por la reforma fiscal y del Estado", concluyó, señalando un camino que hasta ahora la administración de Macri no se ha atrevido a transitar.