Empieza el debate de la reforma tributaria, pero Dujovne recién se suma tras las elecciones
El Congreso conformará mañana la bicameral para la reforma tributaria creada en la ley de blanqueo de capitales sancionada el año pasado, pero Mauricio Macri está dispuesto a esperar un buen tiempo para opinar.
Según supo LPO, al menos hasta octubre el Gobierno no enviará propuestas a la Comisión, aun cuando el ministro de Hacienda ya prepara un primer borrador para entregárselo a Macri en junio.
La tarea fina está a cargo de Sebastián Galiani, viceministro de Hacienda, monitoreado por el coordinador de Gabinete, Gustavo Lopetegui.
La idea de Macri es demorar el debate hasta pasadas las elecciones, con el objetivo de tener una ley para 2018 a aplicar en el último año de su mandato.
En el Gobierno definen el sistema tributario "regresivo", "distorsivo" y capaz de ahuyentar inversiones a mansalva.
Pero también saben que reducir el IVA, el impuesto al cheque a Ganancias complota contra el objetivo de reducir el déficit fiscal. Otro motivo para no apurarse demasiado.
La bicameral para evaluar un nuevo sistema impositivo será presidida por Luciano Laspina y entre los 30 miembros, 15 por cada Cámara, hay representantes de todas las fuerzas del Congreso, pero ninguna tendrá mayoría propia.
Hasta octubre se reunirá para diseñar un diagnóstico sobre el sistema impositivo con la intención de llegar a acuerdos cuando lleguen los papeles del ejecutivo.
El FpV-PJ es el bloque más representado pero con 10 miembros, o sea, no podrá evitar el quórum. Y habrá muchos representantes de bloques chicos como el Movimiento Evita (la diputada Silvina Horne), el Frente Cívico por Santiago del Estero (Manuel Juárez) o el Movimiento Popular Neuquino (la senadora Silvina Crexller).
Massa sólo tendrá dos miembros puros (Marco Lavagna y Alejandro Snopek) y varios gobernadores sumaron representantes para seguir de cerca cualquier baja impositiva que afecte la coparticipación.
El pampeano Carlos Verna anotó dos miembros: el diputado Sergio Ziliotto, y el senador Daniel Lovera. También estarán los senadores Carlos Caserio (brazo político de los cordobeses José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti) Adolfo Rodríguez Saá (hermano de Alberto) y el chaqueño Eduardo Aguilar (ladero de Jorge Capitanich, intendente de Resistencia).
Los gobernadores ya demostraron que no están muy a gusto con los cambios estructurales, cuando tras largas jornadas de debate en el Ministerio del Interior congelaron en el Senado la reforma política.
Y en cada proyecto que redujo impuestos coparticipables sus senadores pusieron el grito en el cielo. Rodríguez Saá llegó a amenazar con planteos ante la Corte Suprema cuando se sancionó la ley para bajar IVA a los jubilados.
La tensión podría agravarse si el Gobierno se anima a repudiar los impuestos provinciales como Ingresos Brutos, que considera de los más molestos para atraer inversiones.
El Congreso no tiene atribuciones para tocarlos, pero Dujovne y Lopetegui los invocan en cada charla y algunas voces de Cambiemos en el Congreso hablan de un posible acuerdo Nación-Provincias, similar las leyes de responsabilidad fiscal o administración financiera posteriores a la crisis de 2001. Aun es una discusión lejana.