Ecología

Monsanto cruzó al "tribunal internacional" que la acusó de ecocidio

La firma apuntó a "críticos anti-tecnología" que negaron "la evidencia científica existente y los antecedentes jurídicos".

La multinacional Monsanto salió al cruce de las acusaciones planteadas por un "tribunal internacional" que realizó en La Haya un simulacro de juicio y concluyó que es culpable de ecocidio.

El "Tribunal Internacional Monsanto", conformado por cinco jueces de diferentes países que analizaron el testimonio de más de 30 personas, concluyó el martes con un "juicio" que la declaró culpable de ecocidio. Esa decisión no tiene implicancias penales, pero sería utilizada para impulsar procesos penales.

La empresa de biotecnología salió al cruce y cuestionó al grupo que promovió el juicio. "El evento original fue organizado por un selecto grupo de críticos anti-tecnología en la agricultura y anti-Monsanto, que actuaron como organizadores, jueces y jurados", señaló la Comisión Directiva Global de Derechos Humanos de la firma.

"Se negó la evidencia científica existente y los antecedentes jurídicos de varios temas; y fue organizado con un resultado ya predeterminado", agregó Monsanto, que dijo estar comprometida a "un dialogo real con aquellos que están genuinamente interesados en la agricultura sustentable, los derechos humanos a la alimentación, a la salud y a un medio ambiente seguro".

"En una época en la que el público está tratando de separar los hechos de la ficción, esta opinión no-judicial emitida recientemente podría ser malinterpretada. Creemos que los derechos humanos y la agricultura merecen un diálogo abierto y reflexivo para ayudar a encontrar soluciones reales a los desafíos del hambre, la seguridad alimentaria y el papel de los agricultores para alimentar a nuestro mundo en crecimiento de manera sustentable", completó la comisión de Monsanto.

El "tribunal" que llevó a cabo el proceso en La Haya consideró a la empresa responsable de "ecocidio", entendiendo esa figura como la de "causar daño severo o destruir el medioambiente para alterar de forma significativa y duradera los bienes comunes o servicios del ecosistema de los cuales ciertos grupos humanos dependen" e instó a Naciones Unidas a incorporarlo como delito penal al Estatuto de Roma que rige a la Corte Penal Internacional de La Haya.

Además, concluyó que Monsanto estuvo involucrada en prácticas que impactaron de forma negativa en los derechos a un medioambiente sano, a la alimentación, la salud y la información, tomando como base tratados y leyes internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y la Convención de los Derechos del Niño.

Entre los integrantes estuvo la jueza mendocina Eleonora Lamm.