Congreso

El Gobierno congela el Congreso para no exponerse en la campaña

No hay sesiones previstas y los ministros ya no quieren ir. Los temas pendientes.

La hiperactividad del Congreso en 2016 parece un recuerdo lejano: marzo aún no tuvo sesiones ni ministros en las comisiones y con perspectivas de que nada cambiará.

El informe de Marcos Peña el miércoles en Diputados será una excepción. Tal es así que esta tarde en la Casa Rosada creían que difícilmente vuelva en el corto plazo al Congreso, aun cuando la Constitución lo obliga a hacerlo una vez por mes.

Peña buscó ayer eclipsar la tanda de funcionarios que cancelaron sus visitas a Diputados en las últimas semanas, algunos habiendo confirmado su presencia como Laura Alonso -2 veces- y el síndico general de la Nación, Ignacio Martín Rial.

Ambos iban a ir a la Comunicación de Comunicación a explicar el polémico acuerdo del Gobierno con el Correo, como ya había hecho Oscar Aguad a fines de febrero, en una visita que no fue del agrado de la Casa Rosada.

Aún le reprochan al presidente de la Comisión, el massista Juan Brügge, haberlo tenido a Aguad varias horas respondiendo preguntas hasta que trastabillar en las respuestas.

Para que no vuelva a ocurrir, en la Comisión de Transporte Guillermo Dietrich fue con un cronograma estricto: una hora a exponer sobre su gestión y sólo otra para recibir preguntas sobre su polémica licitación de low cost.

La bronca con Brügge no cesó: el miércoles, Paula Bertol, secretaria de relaciones parlamentarias, lo increpó en el pasillo de la Cámara de Diputados por haberle pedido a explicaciones a Marcos Peña por los plantones de funcionarios.

El jefe de Gabinete le recordó que decenas de ministros y secretarios de su gestión se pasearon por las comisiones, pero pocos creen que este año esa dinámica continuará.

Sobre todo por el clima de este primer mes: en ambas Cámaras el oficialismo no se movió para acordar una sesión, ni siquiera para temas que le urgen, como las reformas al mercado de capitales que espera tratamiento en Diputados.

En el Senado ya no quieren los errores del año pasado y por eso suspendieron la sesión de este miércoles, cuando no había certezas de tener mayoría para sancionar la ley de emprendedores.

En noviembre Federico Pinedo la tuvo que devolver a comisión cuando en pleno recito supo que había hecho mal las cuentas.

Para que no ocurra algo parecido con otras leyes importantes clavadas en el Senado, como el de extensión de dominio, las sesiones tal vez tarden en llegar.

Su error y el de Ángel Rozas -jefe del interbloque Cambiemos- suele ser siempre el mismo: negocian con Miguel Pichetto (jefe del bloque FpV-PJ) pero olvida que una parte de su bloque puede declararse en rebeldía y algún que otro senador olvidarse de estar en la votación.

Fue lo que le pasó con la ley de emprendedores, cuando Virginia García, la cuñada de Máximo Kirchner, durante el debate en particular advirtió que no todos sus pares estaban de acuerdo con financiar el proyecto. Pidió debatir ese artículo y arruinó la sesión.

El Gobierno sólo controló el Senado cuando garantizó un núcleo duro de senadores peronistas en convivencia con los gobernadores.

La ley de protección de los derechos de las víctimas, impulsada por el Frente Renovador, sería uno de los primeros temas de acuerdo unánime.

Calma en Diputados

Emilio Monzó tampoco quiere riesgos y por ahora no hay fecha de sesión. La ley de responsabilidad penal empresaria tendrá un largo debate de especialistas, al menos hasta mediados de abril.

Los macristas casi no movieron las comisiones estas semanas. Luciano Laspina sigue sin reunir la de Presupuesto, donde descansan los proyectos más relevantes y algunos de interés para el Gobierno, como los subsidios a electro dependientes.

Pablo Tonelli, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, postergó el debate por la prometido reforma de la ley de fueros para habilitar allanamientos en la casa de Julio De Vido.

Los proyectos anunciados por la UCR o la Coalición Cívica no tienen destino. Mario Negri y Elisa Carrió aún esperan tratar la reforma a la ley de la competencia. Y el cordobés sorprendió con otro sobre conflicto de intereses que Tonelli no pareció apurado en tratar.

En la oposición ya empezaron a inquietarse, pero con actitudes distintas: el frente renovador está pasivo y el kirchnerismo empezó a puntear votos para sesiones especiales para imponer temas.

Les interesa además rechazar vetos presidenciales, como el de los subsidios a ex combatientes, pero hacen falta dos tercios y jamás tendrá los números. Apuestan al show, tan necesario en un año electoral.