Córdoba

Radicales advierten: "No podemos quedar atrapados en la interna del Newman y el Champagnat"

Lo dijo Federico Storani, mientras siguen debatiendo el posicionamiento frente a Macri.

Los radicales iniciaron este mediodía en la localidad cordobesa Villa Giardino una catarsis de dos días y hasta ahora sólo hay una certeza: exigirán Mauricio Macri mayor participación en la toma de decisiones para frenar la sucesión errores de su gobierno.

Ese era el primer y único punto común entre los tres documentos que presentaron referentes del partido, adelantados ayer por LPO y discutidos en reuniones privadas por Coti Nosiglia, Mario Negri, Gerardo Morales, Federico Storani y Juan Manuel Casella, portavoz de Ricardo Alfonsín, dispuesto marcar sus diferencias con el gobierno. Por la noche lo reemplazó el diputado Miguel Bazze.

Coti y Jesús Rodríguez son los ojos de Sanz, quien intentó frustrar este encuentro con la visita del Comité a la quinta de Olivos, pero no lo logró. Se conforma con que las discusiones se salden en paz.

"Habrá un documento único como sea", insistían los más cercanos a la organización. Hay tiempo hasta mañana al mediodía cuando Negri cierre la jornada y se lea alguna conclusión de lo vivido. No decir nada sería muestra de grietas que nadie quiere llevar a mayores. 

Morales junto a Negri fue el mayor impulsor de mantener la reunión y el jujeño recobro su habitual vehemencia en el discurso de apertura. "Hagamos autocrítica y no nos quedemos como viudas lloronas. Llevemos el mensaje a cada barrio", exigió.

Recordó que tuvo una discusión con Macri hace tiempo pero que este año comprobó que es "una buena persona", tras el apoyo recibido en su pelea con Milagro Sala.

Aunque en un breve diálogo con LPO no dudó en criticar el entorno presidencial: "Al presidente hay que cuidarlo porque bastante poco lo cuidan a su alrededor. Y la mejor manera de hacerlo es fortaleciendo al radicalismo".

Tras una exposición de politólogos (Martín D'Alessandro, Elsa Llenderrozas, Liliana de Riz y Luis Tonelli) que buscaban justificación ideológica para Cambiemos, el fueguino Federico Sciurano levantó el clima al decir que ningún funcionario nacional le impedirá defender la soberanía de Malvinas y el régimen de promoción a su provincia.

No hizo más que abrirle el juego a Storani y Casella para que armaran una tribuna ochentosa cuando supuestamente había que hacer preguntas a los académicos. 

"El interlocutor del partido debe rendir cuentas. Y la interlocución no debe ser sólo con el gobierno. También con el pueblo", exigió Casella. Y advirtió sobre la falta de sensibilidad y de experiencia política del gobierno.

Storani reivindicó Cambiemos pero exigió conocer las decisiones que "nos afectan a todos" porque "no sé cómo se siente Mario Negri cuando nombraron jueces por decreto. O como nos sentimos muchos al ver que un funcionario niega los delitos de lesa humanidad y sigue en el Gobierno".

"No podemos quedar en el medio de la interna del Newman y el Champagnat", planteó, en referencia a los colegios de los miembros del gabinete.

Las protestas de los históricos bonaerenses provocaron aplausos de un puñado de asistentes situados al final del escueto salón, donde 400 personas seguían los discursos, entre ellos legisladores e intendentes y hasta Luis Brandoni, sentados en sillas de plástico y sin aire acondicionado suficiente.  

Por la ventana podía verse las primeras familias que llegaban a disfrutar del fin de semana en el demandado valle de Punilla, conmocionado en estos días por el Festival Cosquín Rock.

Aplausos y silbidos por igual se llevó un legendario mendocino que pidió romper Cambiemos "porque nuestro rival no es el populismo. Es la derecha. Y en el gobierno están los nietos de los miembros de la década infame del 30".

El debate por la supuesta incomodidad de acompañar a Cambiemos quedo abierto, justo lo que quería evitar Sanz por tratarse de un tema nunca cerrado en las entrañas del partido. 

"Yo vote en contra de la alianza con Macri y ahora los que la defendieron y ahora sus promotores se oponen. ¿Qué le digo a los tucumanos?", bramó un diputado de esa provincia. 

Sus colegas de todos los puntos del país se anotaron para descargarse, la mayoría en un tono conciliador. "Pensemos que Cambiemos es una oportunidad. En Buenos Aires no teníamos nada", cerró Daniel Salvador, vicegobernador bonaerense.

La tarde finaliza con economistas hablando del gobierno con un panel que nada imagina muy crítico de la Rosada. La organización cuidó esos detalles. Pero no pudo evitar el debate radical.