Enojado por los impuestos, el dueño de Codere busca una cumbre urgente con Macri en Madrid
El dueño de Codere, la multinacional española de juegos de azar, presiona para tener una audiencia en Madrid con Mauricio Macri para reclamarle por los impuestos que creó el Gobierno contra el sector.
El presidente argentino compartirá este jueves un desayuno con CEOs de importantes empresas españolas y desde el Gobierno no descartaron a LPO que Codere sea de la partida.
Pero para Codere no se trata de una coincidencia en un café. José Antonio Martínez Sampedro hizo valer sus fuertes vínculos con el PP español que encabeza el presidente Mariano Rajoy para generar un encuentro privado con Macri.
Sampedro es el dueño de la multinacional y mantiene el management, pese a que la mayoría de las acciones quedaron en manos de fondos de inversión de Estados Unidos ante las reiteradas crisis de la compañía.
El poder de Codere en España y su vínculo es tal, que metieron de ministro de Justicia al ex secretario general del consejo de administración de la empresa, Rafael Catalá.
Catalá está presionando a Rajoy para que haga lo propio con Macri y lo siente a solas con Sampedro.
"Peor que con Cristina"
Sampedro le quiere decir a Macri que con su Gobierno "está peor que con Cristina". Es que la empresa, que tiene 46 bingos en la provincia de Buenos Aires, analizó el impacto de los impuestos creados el año pasado por Cambiemos y concluyó fue una de las más afectadas del sector.
Martínez Sampedro de Codere.
El Ebitda, que es el índice de beneficios de la explotación que calculan las empresas, se reduciría a la mitad por dos medidas del gobierno de Macri y del de María Eugenia Vidal, según los cálculos que hizo la multinacional española.
Por un lado, por el impuesto que se creó para afrontar el costo fiscal de la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias. A fin de año pasado el Congreso se creó un "impuesto específico sobre la realización de apuestas" que grava la realización de apuestas a través de máquinas electrónicas de juegos de azar, con una alícuota de 0,75 por ciento sobre la base imponible respectiva, equivalente al valor de cada apuesta.
Vidal, por su parte, subió el impuesto a los ingresos brutos y generó la renuncia de su propio titular de Lotería, Melitón Eugenio López, que se peleó con el ministro de Economía, Hernán Lacunza, a quien acusó de querer hacer quebrar el sector.