Correo

La oposición insistió en reclamar la quiebra del Grupo Macri

"Es probable que el Estado no cobre", respondió Aguad y dijo que es difícil ejecutar bienes de los accionistas.

Oscar Aguad sostuvo que no conviene pedir la quiebra del Grupo Macri como parte del concurso preventivo del Correo Argentino S.A, porque se quedó sin bienes y es probable que el "Estado no cobre nada".

Con esa tesis el ministro de Comunicación justificó el polémico acuerdo firmado con las empresas de la familia presidencial para levantar el concurso, considerado "abusivo" por la fiscal Gabriela Boquín.

Su argumento es que cuanto más tiempo pasara el Correo en concurso más se licuarían los intereses del pasivo y por eso conviene siempre arreglar cuanto antes. "Y si no hay que modificar la ley", insistió hoy ante la Comisión de Comunicación de Diputados.

Pero a la oposición no le conformó la explicación y desde todas las fuerzas políticas le recordaron que una opción es pedir la quiebra de la empresa concursada, que en este caso es Sociedad Macri (Socma) y Sideco.

"Si estamos cobrando el 1% de capital, lo mejor es la quiebra. Los intereses se suspenden hasta que se declara la quiebra", le recordó a mendocina Graciela Cousinet, de Libres el Sur.

Aguad no la corrigió. "Yo no descarto la quiebra, pero si la empresa no tiene bienes es probable que el Estado no cobre nada", se justificó.

Felipe Solá (Frente Renovador) y Julio Raffo le recordaron que una opción es "extender" la quiebra al resto de las empresas de la sociedad, o sea, de Socma y Sideco.

Pero Aguad dijo que eso no es fácil porque la empresa fue despojada de sus bienes con la estatización de Néstor Kirchner.

"Usted no puede decir que no conviene ir por ese camino. Lo tiene que decidir el juez", lo corrigió Raffo.

En diálogo con LPO, Lucio Ibañez, abogado experto en derecho comercial, explicó que efectivamente el Gobierno tenía el camino de pedir la quiebra de la empresa, pero que no era tan fácil extenderla.

"Es necesario que se compruebe un dolo de los socios, como haber ocultado bienes o fraguado balances, que haya influido en la capacidad crediticia de la empresa", detalló.

El problema para el Gobierno es que los socios y accionistas de Socma y Sideco no se conocen pero claramente provienen del entorno presidencial y por eso Aguad ni siquiera los mencionó.

Solá y Pablo Kosiner (Bloque Justicialista) recordaron que Mauricio Macri les cedió sus acciones a sus tres hijos pero habría hecho lugar al "usufructo".

O sea, que una ampliación de la quiebra podría golpearía en su patrimonio. "Todos se preguntan por la plata en negro. ¿Y la que tienen en blanco?", chicaneó Solá. Aguad no respondió.