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Tras la quita de aranceles, Banghó anuncia el despido de más de 400 trabajadores

La empresa acusó al Gobierno de no dialogar y bajar los impuestos a los importados antes que a la producción local.

El anuncio del ministro de Producción, Francisco Cabrera, de reducción del costo de la tecnología bastó para que la filial argentina de Banghó, PC Arts, cerrara su producción de computadoras y resolviera despedir a más de 400 trabajadores despedidos sobre un total de 800 que tiene en sus tres plantas de producción.

El presidente de la empresa, Carlos Suaya, confirmó esta mañana en declaraciones radiales que en los últimos meses intentaron explicarles a las autoridades que había "alternativas" entre el 35 por ciento que regía y la eliminación total del tributo, pero sostuvo que "fue imposible tener un diálogo" y que el Gobierno resolvió la baja, pese al número de empleos e inversiones que quedarían en el camino.

En enero Banghó había resuelto despedir más de 200 trabajadores de la empresa (bajo el artículo 247 que prevé media indemnización) por lo que los trabajadores tomaron la fábrica y fueron a conciliación obligatoria. El resultado de la negociación fue la reincorporación de los trabajadores por sesenta días con suspensión de hasta 12 días.

Ahora, Banghó, la empresa más grande del país (concentra el 55% del mercado) anunció que procederá a desafectar a más de 400 empleados. "Las empresas más chicas ya estuvo sacando gente mediante goteo porque o tiene sentido tener un plantel productivo para generar algún tipo de producción de equipos que vienen de china subsidiados. La parte industrial no tiene sentido", agregó Suaya en declaraciones a radio La Red.

'Los funcionarios, en vez de trabajar sobre los costos del Estado en toda la economía, piensan que importando informática ajustan el nivel de precios. Lo que no consideran es la cantidad de gente que va a quedar sin trabajo', añadió Suaya.

"Banghó tenía 800 personas en tres plantas muy industrializadas. Fueron las plantas inauguradas por el anterior Gobierno, se motivó a la empresa a invertir, a generar producción y competir con lo importado. Lo hemos logrado con un costo bajísimo. Ahora, nuestra dotación va a quedar en menos de la mitad cuando se termine todo el proceso", sostuvo el empresario.

De acuerdo con Suaya, su empresa logró ser competitiva, pero lo que condiciona fuertemente a la producción industrial es la carga impositiva que pesa sobre la industria: "El tema de los precios está motivados por una enorme cantidad de impuestos cruzados".

"Los funcionarios, en vez de trabajar primero sobre los costos del Estado en toda la economía, ajustan el nivel de precios. Piensan que importando informática a cero ajustan el nivel de precios. Lo que no están considerando es la cantidad de gente que va a quedar sin trabajo", añadió Suaya.

La crítica por la presión tributaria para la producción es compartida por todo el abanico de industrias. De hecho, aun sin el arancel del 35%, los productos electrónicos seguirán aproximadamente 20% más caros en dólares que en Chile por el peso de los impuestos internos.

Sobre las pérdidas de puestos de trabajo, que como adelantó LPO sextuplican los mil puestos pronosticados por el Gobierno, el secretario de Comercio Miguel Braun sostuvó esta mañana que "Entendemos que hay empleos en riesgo. Para eso el Ministerio de Trabajo y el de Producción tienen el Programa de Transformación Productiva que da subsidio de desempleo y brinda beneficios de financiamiento a empresas que contraten a estos trabajadores" y aseguró que la empresa Visuar buscará contratar 250 de los empleados despedidos de Banghó... o de Alpargatas o de industrias fueguinas.

Sin embargo, el gremialista de la UOM Emiliano Gallo dijo a LPO que estos "Son anuncios para la tribuna. La planta de Visuar queda en Cañuelas y los empleados que se están desafectando están en los alrededores de Vicente López. No hay forma de llegar en trasporte público para los trabajadores".

"Además, ni al gremio ni a los trabajadores reincorporados nos contactaron desde Visuar", advirtió el gremialista que aclaró que "Aun no nos comunicaron de nuevos despidos. Pero igual sabíamos que la industria electrónica iba a tender a desaparecer con estas medidas. No hay forma de competir con la industria china que está altamente subsidiada y cuyas condiciones de trabajo son muy distintas".