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El encuentro entre Macri y Temer recrudece la guerra comercial por la inversión automotriz

El comercio automotriz representa el 66% del déficit comercial, que en enero llegó al máximo en 16 años.

Mañana martes Mauricio Macri se reunirá con su par Michel Temer en Brasil, principal socio comercial de la Argentina, tras un año de fuerte caída del comercio bilateral y de un enorme déficit comercial explicado mayormente por el sector automotriz.

De cara a esta reunión, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) difundió este lunes que, producto de la contracción económica en ambos países, en 2016 la participación de Brasil en el comercio exterior argentino fue “la más baja desde la creación del MERCOSUR”. Además, la consultora Abeceb advirtió que, pese al primer repunte en el comercio bilateral, este enero cerró con el peor déficit comercial mensual de los últimos 16 años: 356 millones de dólares.

En efecto, el tema que preocupa a ambas partes es el desbalance comercial y tanto Macri como Temer creen que el Mercosur está en condiciones de “modernizar” acuerdos. Brasil quiere avanzar hacia la remoción de aranceles y la creación de una zona franca. Argentina, por el contrario, va a defender la Ley de Autopartes aprobada el 14 de julio pasado y que establece un régimen de incentivos fiscales para aquellos vehículos que lleguen al 30% de su valor en autopartes de industria nacional.

Los dos presidentes coinciden en la urgencia de abordar una agenda de fortalecimiento del Mercosur frente a la incertidumbre que plantea el proteccionismo que abandera Donald Trump para el futuro del comercio internacional.

En 2016, el 32,1% de las exportaciones destinadas a Brasil fueron vehículos para el transporte de personas y de mercancías (16,1% y 16% respectivamente) por un valor total de 2.900 millones de dólares. A estos se suman cajas de cambio por un total del 2,6% y motores por 1,7%, ambos por otros 390 millones de dólares. Así, el 36,4% de las exportaciones al país vecino forman parte de la cadena de valor automotriz.

Brasil quiere la remoción de aranceles y la creación de una zona franca. Argentina, defender la Ley de Autopartes que establece un régimen de incentivos fiscales para aquellos vehículos que tengan 30% de autopartes nacionales, para reducir el creciente déficit fiscal bilateral.

En tanto, en el mismo año del total de las importaciones provenientes del país vecino 46,4% forman parte de la cadena automotriz: vehículos para el transporte de personas y mercancías (24,8% y 8,9% respectivamente), partes y accesorios para vehículos automóviles (6,4%), tractores (2,8%), neumáticos nuevos de caucho (2,1%) y chasis para vehículos (1,4%) por un total de 6.350 millones de dólares. 

 La balanza comercial bilateral cerró el año con un déficit de 4.640 millones de dólares, (1.640 millones respecto al año anterior), de los cuales 3.060 millones (el 66%) se explican exclusivamente por el comercio automotriz.

De todos modos este déficit comercial no es novedad “acumula 14 años, y se encuentra hoy en valores cercanos al máximo histórico alcanzado en 2011, año en el que el saldo resultó negativo por 5 mil millones de dólares”, precisaron en la CAC.

Por eso, en el sector automotriz no comprenden la amenaza del gobierno de Temer de denunciar a la Argentina ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la nueva Ley de Autopartes, una iniciativa aprobada en el Congreso con el apoyo de Cambiemos, ya que da exenciones fiscales a vehículos 70% brasileños. Actualmente incluso se ofrece financiamiento subsidiado para la compra de tractores y camiones 60% brasileños.

“La Ley de Fortalecimiento del Autopartismo viene a compensar una serie factores complejos que dificultan la localización de autopartes. Problemas de protección efectiva arancelaria, escala relativa, restricciones por acuerdos con proveedores globales no radicados en el país, cortos períodos para la amortización de herramentales, entre otros. Un factor importante que durante mucho tiempo atentó contra las localizaciones fue el Programa Innovar-Auto en Brasil, generando un fuerte desvío de inversiones hacia ese país”, explicó a LPO Juan Cantarella, gerente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), en relación al programa de promoción de inversiones brasileño de 2012.

“Es extraño que desde Brasil aparezcan tantas objeciones, cuando la Ley de Autopartes es algo ‘menor’ comparado con las medidas implementadas en su momento del otro lado de la frontera. La prueba más contundente es el déficit histórico que Argentina tiene con Brasil en Autopartes, y recientemente agravado por el fuerte déficit también en vehículos”, agregó el dirigente sectorial.

De hecho, hasta la fecha ninguna empresa se ha incorporado al régimen de exenciones que prevé la ley: las pick-ups son las que más cercan están de la cota del 30% nacional y tres automotrices están estudiando incorporarse.

Si bien, con la Ley de Autopartes, los productores locales estiman que no se alcanzan a compensar la ventaja que sacó Brasil con su programa de promoción automotriz y la ampliación del mercado argentino que Macri le concedió en mayo a la industria del país vecino, reconocen que el grueso de la discusión de la competitividad pasa por otro lado: equiparar la presión tributaria, mejorar la logística y mejorar la producción con una reforma del régimen de riesgos del trabajo, el ausentismo, y la renegociación de los convenios laborales, una de las principales banderas de Cambiemos.

El comercio bilateral en números

En 2016, las exportaciones argentinas hacia Brasil totalizaron 9.034 millones de dólares, para una reducción del 11% interanual, mientras que las importaciones de Argentina desde Brasil fueron de 13.674 millones de dólares, para una suba interanual de 4%.

De esta forma, “la incidencia de Brasil en el comercio exterior argentino fue de 20%, por debajo del promedio de los últimos 24 años (23,6%). Si bien se registró un leve incremento de 0,1 puntos porcentuales respecto del año 2015, aún se encuentra por detrás del máximo histórico de 26,5% alcanzado en 1997", puntualizó el reporte de la CAC.

"La creación del mercado común produjo un considerable aumento del flujo comercial, produciendo que la participación de Brasil en el comercio exterior argentino se incrementara de 13% en 1990 a 21,5% en 1993. En los 17 años siguientes la incidencia brasileña promedió un 24,2%, pero a partir de 2011 comenzó a deteriorarse", producto del reemplazo de importaciones de los dos países por productos de otras regiones y por el “complejo escenario macroeconómico” que atraviesan ambos, repasó el estudio de la CAC.  

“El saldo comercial registró un nuevo aumento en el déficit bilateral, alcanzando en el mes USD -356 millones, el mayor déficit para un mes de enero en más de 16 años. El déficit en enero profundiza la preocupación respecto al creciente desbalancen el sector automotriz”, advirtió Abeceb.

No obstante, para la CAC "las economías de ambos países comienzan a dar señales de reactivación. El FMI espera un crecimiento de 2,2% y 2,8% para Argentina en 2017 y 2018; y de 0,2% y 1,5% respectivamente para Brasil. Esto, junto con el bajo punto de partida en el que se encuentra la relación comercial crea un espacio para mejorar el intercambio comercial entre ambos países", auguró el informe difundido este lunes.

Ante los primeros signos de rebote, el comercio bilateral se recuperó un 30,7% interanual este enero respecto de igual mes de 2015, destacó Abeceb con la aclaración de que “la magnitud del aumento interanual puede resultar engañosa, teniendo en cuenta la débil performance del comercio bilateral durante enero de 2016, el peor enero en el intercambio bilateral desde el año 2009”.

“El saldo comercial registró sin embargo un nuevo aumento en el déficit bilateral, alcanzando en el mes USD -356 millones, el mayor déficit para un mes de enero en más de 16 años. De esta manera, el déficit en enero profundiza la preocupación respecto al creciente desbalance del comercio bilateral, en particular en el sector automotriz”, advirtió la consultora de Dante Sica que estimó que entre la apreciación de Brasil a fin del año pasado y la recuperación de la actividad “debería llevar a una moderación del ritmo de aumento en el déficit bilateral, impulsando un aumento en el volumen de exportación de Argentina a Brasil”.