Luciano Elizalde

"Hoy el peronismo no le dice nada a la sociedad, se quedó sin mensaje"

"El PRO es más una marca que un partido", analiza el experto en comunicación.

Dice que en el año electoral la Alianza Cambiemos necesita construir nuevos voceros y que hoy sólo tiene tres que llegan a todos los sectores: Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió. Afirma que el gobierno tiene más problemas políticos y económicos que comunicacionales y advierte que Emilio Monzó acierta cuando reclama una estructura territorial porque “todavía hoy la mitad de la gente no está en las redes sociales”. Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, investigador del Conicet y doctorado en Comunicación en la Universidad de La Laguna, Luciano Elizalde asegura que hoy la voz de la oposición es la de Cristina Kirchner y que eso debe en buena medida a que el peronismo “no tiene mensaje”. Además, sostiene que el PRO todavía es una marca política pero no llega a ser un partido.

¿Detrás de los problemas de comunicación del gobierno se ocultan o minimizan sus problemas políticos?

Sí, en realidad el problema más importante que tiene el gobierno no es de comunicación. Son problemas políticos o incluso macroeconómicos. Si la macroeconomía funcionase, no existiría una discusión tan fuerte sobre la comunicación, donde también hay problemas.

¿Cuáles serían, a su criterio?

Tienen que ver en primer lugar con la discusión estratégica que plantea Emilio Monzó cuando considera que se está confundiendo comunicación y política y lo que hace falta es más política. Y luego con un problema que no es ya del gobierno sino de cómo ha cambiado la comunicación, el sistema de medios y la cultura política. Hoy es mucho más complicada la cuestión táctica que la cuestión estratégica, que aparece más clara. El problema del que hace comunicación hoy es que no puede manejar lo operativo y lo táctico.

¿Coincide con Monzó, cuando plantea que el gobierno de Cambiemos subestima el valor de la política?

Sí, creo que a veces sucede. A veces se sobredimensiona el valor de lo que la comunicación puede hacer y a veces se subestima. La mitad de la gente vive en las redes sociales pero todavía hay una mitad que no está y vive pendiente del día a día. En los conurbanos las mayorías no están atentas a las redes sociales. El gobierno no puede manejar la macroeconomía y entonces apunta a generar una expectativa que permita comprar tiempo suficiente. En el tema de las expectativas es donde la economía se junta con la psicología de masas: muchas veces hay un desajuste ahí y es cuando la comunicación tiene una función que cumplir.

El problema que puede tener Vidal es que el personaje se fagocite a la gobernadora. 

¿Por ejemplo? La salida que el Presidente tuvo el 29 de diciembre en el programa de Longobardi (después de la renuncia de Prat Gay) hacía falta para dos grupos: para el PRO duro y para el PRO blando. Es la base de sustentación del gobierno que necesita tener un argumento en la góndola para no sentirse estúpido por haberlo votado y para poder reproducir ese argumento. El gobierno necesita consenso para poder soportar una situación que no es positiva en lo económico. ¿Con quién la soporta? Con ese grupo. La cuestión es cómo hacer en este 2017 para hablarle a ese público que puede estar arrepentido de haberlos votado.

¿La renuncia de Prat Gay se explica por diferencias en lo económico o en lo comunicacional? ¿Cuál es su opinión?

Prat Gay se fue porque había un problema de equipo efectivamente y no servía como vocero desde el punto de vista del PRO: tenía una historia ajena al PRO y una proyección política propia. Hoy el gobierno funciona parecido a una corporación, hay un funcionamiento de gestión y si a Macri no le gusta cómo funciona alguien en el equipo, se tiene que ir. Prat Gay era una voz muy escuchada en determinados lugares claves para la política crediticia argentina pero no le convenía al gobierno en el plano interno. Dujovne, que viene de ejercer el periodismo, puede cumplir mejor la función que quieren Macri y Marcos Peña.

Los voceros del gobierno

¿Por qué afirma que el gobierno se quedó sin relato?

Peña y Frigerio llegan a la política, no llegan a la gente 

En realidad, el gobierno no ha tenido hasta ahora un relato: tiene un discurso. El relato es una estructura narrativa que se sostiene en el tiempo. La principal estrategia comunicacional del gobierno sigue siendo diferenciarse del kirchnerismo. Ellos bajaron el volumen de voz y eso tiene costos importantes porque, en una sociedad sobre-comunicada, si vos bajas el volumen de voz no te escucha nadie. El gobierno necesita microrelatos y voceros que me expliquen cuál es el plan concreto para bajar de la pobreza o bajar los impuestos. Hacen falta salidas del Presidente y formar otros voceros. Hoy son el Presidente, María Eugenia Vidal y más o menos Elisa Carrió.

No Peña, no Frigerio…

Peña y Frigerio llegan a la política, no llegan a la gente. Llegan al círculo rojo, todavía. Si creo que llegan Carrió -con un discurso contradictorio pero que sigue siendo positivo para el gobierno- y llega muy bien el Presidente y muy bien Vidal.

El discurso de Carrió tiene un voltaje distinto.

Es de alto voltaje. Ella y Monzó son los que están mostrando que adentro sigue habiendo contradicciones, que es normal. Carrió aporta algo que no tiene el PRO, la legitimidad moral, el conocimiento de la política y además es una persona masiva. Es conocida por todos. No cualquier persona en la política argentina es masiva.

La ingenuidad al gobierno

¿Cuál es la novedad del macrismo a nivel comunicacional?

Desde el punto de vista de la puesta en escena, es asumir un discurso de la simplicidad. En un país en que la experiencia política está signada por el peronismo y siempre es más revulsiva y compleja, más sofisticada, el macrismo plantea que las cosas son más simples y da la imagen de cierta ingenuidad. Muchas de las frases y los gestos del jefe de Gabinete muestran eso, la esencia del macrismo. Marcos Peña es la esencia del PRO, hasta más que Macri, se muestra como alguien que tiene una mirada que para muchos puede parecer ingenua. Eso lo distingue del resto de los discursos políticos. El de Carrió es un discurso que viene del radicalismo, sofisticado, filosófico. El del peronismo es real politik y el de Massa es el de un peronismo aggiornado a las demandas de hoy. Frente a eso, el macrismo dice las cosas son más sencillas.

Le habla a otro sector.

Yo creo que al hablar encontró una cantidad de gente que se identificó con esa manera de expresarse y hacer. Hoy hay un 25 % de gente muy identificada con el gobierno y un 22 o 25 % de gente muy identificada con el kirchnerismo. El resto va y viene, dependiendo de lo que digan o hagan estos dos grandes puntos de referencia.

Usted escribió que el gran desafío para el PRO es contener a los fanáticos y seguir captando la atención de los no tan fanáticos.

La principal estrategia comunicacional del gobierno sigue siendo diferenciarse del kirchnerismo. Ellos bajaron el volumen de voz y eso tiene costos importantes  

Sí, porque los necesitan. Creo que el gran acierto del kirchnerismo fue hacer una especie de comunicación interna siempre. Lo que se le criticó tanto a Néstor y Cristina Kirchner, que parecían que se dedicaban a hablar de una manera muy cerrada, a los suyos. Sin embargo, eso fue en alguna medida lo que los llevó al fracaso pero también al éxito: fueron muchos años de éxito. Consolidó un punto de vista, armó un equipo de replicadores muy importante que no sólo replicaban desde el gobierno, sino que también había ciudadanos convencidos que replicaban. Creo que el PRO consigue algo parecido, aunque este año a partir de ciertos errores, como los del tema Ganancias, perdieron un poco la línea. Hay un sector que tiene que estar muy atendido desde el punto de vista argumentativo.

A pesar de ser muy distintos, kirchnerismo y macrismo tienen cosas en común.

Si, tienen cosas en común. Hay muchas cosas para aprender del kirchnerismo. La decisión del Presidente Macri de que hoy no exista el ministro de Economía, eso lo toma de Néstor Kirchner. El ministro de Economía es el Presidente, como decía Kirchner.

Vidal, Carrió y la provincia

¿Cómo se inserta la estrategia comunicacional de Vidal dentro de la estrategia nacional del macrismo?

Vidal es la única que encontró la construcción de un personaje y no lo digo de modo peyorativo. Cualquier persona que quiera ser conocida para ser escuchada –y eso es fundamental en política- necesita crear un personaje identificable para la gente. Y ni siquiera el presidente Macri tiene un personaje tan perfecto como el de Vidal. Es un personaje que puede ser consumido y aceptado en todo el país. El problema que puede llegar a tener es que el personaje se fagocite a la gobernadora.

¿Cómo resultaría una campaña con Vidal y Carrió juntas en la provincia? ¿Quién se come a quién?

Necesitan sí o sí un autocontrol importante de “Lilita” porque sin ese autocontrol. El personaje de Carrió es disruptivo, eso es una ventaja más para la destrucción que para la construcción. Su personaje nunca se diluye. El problema de Vidal es que su personaje es de autocontrol, no le permite ser expansiva, no le permite agredir. Su premisa dramática es la línea de la corrección. Macri no es así, mucho menos Cristina o Carrió. Tiene que haber un pacto muy importante para que Vidal y Carrió se complementen.

¿Sería buena o mala candidata en la provincia?

Me parece que va a ser mejor considerada en la ciudad. Es demasiado urbana para el público de la provincia, muy racionalista, difícil para la provincia. Carrió es chaqueña pero no parece: parece que hubiera nacido en el asfalto de la Recoleta. Es difícil.

El PRO y el peronismo

El PRO ganó contra el peronismo y gobernó el primer año con el peronismo. ¿Qué le convendría en este año electoral?

Marcos Peña y Durán Barba están convencidos de que no pueden cambiar. Es una línea de definición estratégica que no creo que vayan a cambiar, tan mal no les ha ido. La ventaja que están teniendo es que hoy el peronismo no tiene mensaje: el mensaje lo tiene el kirchnerismo. El peronismo no le está diciendo nada a la sociedad. No tiene soluciones ni propuesta. La gente identifica como oposición a Cristina, Scioli no está identificado como oposición. La cara y la voz de la oposición es Cristina Kirchner, es La Cámpora.

¿Por qué dice que el PRO es una marca política y todavía no es un partido?

Si bien jurídicamente es un partido, creo que es más una marca porque es un partido armado por amigos y conocidos que tienen una misma idea política. Tiene la posibilidad de evolucionar dentro de lo que es la centroderecha en la Argentina, aunque no sabemos cómo. Tiene muchos menos territorio que proyección. Si fuera una compañía, diríamos que tiene mucha más marca que locales de venta. Monzó dice “tenemos que armar una estructura” y Peña le responde “no, con la marca nos alcanza”. Esa es la discusión.