Inundaciones

La producción de leche se tornó inviable y Santa Fe reclama un plan de salvataje

En la provincia se perderán 45 millones de litros y $ 256 millones. El año pasado se produjo un 13% menos en el país.

Las nuevas y recientes inundaciones que se registraron durante los últimos días en varios sectores de las principales regiones productivas del país dejaron una conclusión un tanto desalentadora en el sector agropecuario: “la producción de leche se tornó inviable”.

En esta oportunidad la cuenca tambera más importante de la Argentina ubicada en el sur de la provincia de Santa Fe fue la que volvió a sufrir el impacto de las fuertes lluvias provocando graves pérdidas económicas y productivas difíciles de recuperar al menos en el corto plazo.

En este sentido, un informe elaborado este lunes por Gobierno de Santa Fe advirtió que las inundaciones provocaron la pérdida de $ 256 millones en 869 tambos de la provincia que ahora, para colmo, no podrán trabajar por al menos un mes hasta que baje el agua.

En diálogo con LPO, el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, comentó que “de los seis departamentos afectados, el que se llevó la peor parte Castellanos. La situación es desoladora; los tamberos recibieron dos duros golpes en menos de un año”.

Los cálculos oficiales indican que solo en Santa Fe se perdieron 1 millón 500 mil litros de leche por día que trasladados a los próximos 30 días, se traducirán en una afectación cercana a los 45 millones de litros leche (aún no se cuantificaron daños en infraestructura y caminos rurales).

“Estamos trabajando en un plan de contención y vamos a elevar una propuesta a la Nación que consiste en un plan de salvataje para los tamberos que son los más damnificados”, adelantó Contigiani en el marco de una reunión de análisis del impacto de las lluvias.

Como sea, las inundaciones llegaron en el peor momento. La producción de leche en el primer año de gestión de Mauricio Macri cayó un 13%, pasando de 11 mil millones de litros a 9.500, según datos privados a los que accedió este medio ante la falta de información oficial.

“La baja en la producción de leche se traduce de inmediato en menos productores, menor generación de empleo y consecuente menor actividad en los pueblos del interior”, apuntó Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

Cabe destacar que, en parte, la caída del 13% en la producción láctea en 2016 se debió a las inundaciones que se registraron en los meses de marzo y abril pasados que dejaron a las principales cuencas lecheras del país en una situación crítica.

A partir de dichas inundaciones las industrias lácteas se vieron forzadas a subir los precios pagados a los productores ante la menor oferta presente en el mercado (hasta ese momento los tamberos cobraban apenas $ 2,40 por litro y luego el valor superó los $ 4,00).

El dato es que ese aumento a los tamberos fue trasladado de inmediato por las industrias a los consumidores. En los últimos siete meses la canasta láctea relevada por el INDEC en Capital Federal aumentó un 25%, una cifra que duplica a la inflación del resto de los alimentos básicos.