Radicales

Negri exige tratar la ley para combatir monopolios y complica a Macri

La impulsó junto a Carrió, pero los diputados del PRO la ignoraron por pedido de la Casa Rosada.

El jefe del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, le pidió al presidente Macri acelerar el debate de la ley para aumentar el control sobre los "monopolios", que impulsó junto a Elisa Carrió pero nunca llegó al recinto entre otras cosas por falta de interés del Gobierno.

Las ideas de la ley inicialmente superaban incluso a las más duras normas del kirchnerismo, proponiendo directamente la prisión para los empresarios que aumentaran los precios de manera "desmedida". Esto en su momento obligó a todo el Gobierno a movilizarse para frenarla. La nueva presión del radical complica a Macri justo cuando hace denodados esfuerzos para mostrar a la Argentina como un destino atractivo para invertir.

La jugada de Negri no parece casual. Llega en medio de una fuerte presión de la UCR al Gobierno para no quedar relegado de las listas legislativas de este año, que tendrá su epicentro  con un encuentro partidario el 17 de febrero en Villa Giardino, cuando amenazan con impulsar una candidatura de Alfonso Prat Gay, jugada que también tienta a Horacio Rodríguez Larreta para frenar a Martín Lousteau.

La decisión de Negri de volver a impulsar un proyecto muy incómodo para Macri no parece casual: Los radicales se preparan para su cumbre en Villa Giardino, donde empezarán a presionar por lugares en las listas.

Carrió tampoco está en su mejor momento con el Gobierno: la semana pasada volvió a arremeter contra Susana Malcorra por seguir sin consultarla antes de acercar posiciones con Inglaterra, pese a que la chaqueña preside la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara baja, que según la Constitución debe habilitar cualquier tratado bilateral. 

El cordobés reclamó la ley para controlar precios como parte de un balance legislativo, en el que valoró las 100 leyes aprobadas este año, pero reclamó por algunas pendientes, como la de los cambios a la Defensa de la Competencia.

Carrió y Negri presentaron cada uno su proyecto, con una diferencia sustancial: la chaqueña exigía cárcel para los remarcadores de precios, mientras el cordobés se conformaba con recibir denuncias sobre los abusos de precios. Ningún diputado del PRO firmó algunos de los dos.

Como relató LPO, Mario Quintana saldó el asunto acordando un proyecto junto a Carrió, sin la amenaza de prisión a empresarios.

“Quintana me hizo entender que es mucho más democrático. El problema está en la cartelización y eso se evita con la magnitud de la multa. Tiene que haber una cadena razonable. La intermediación no se puede llevar el 80% de un producto”, explicó esa vez la chaqueña.

Quintana y Cabrera junto a Negri, cuando fueron a Diputados a frenar la ley anti monopolios.

Sin embargo el nuevo proyecto quedó cajoneado porque en la comisión de Defensa de Usuarios y Consumidores jamás lo trataron, entre otras cosas porque los diputados del PRO no mostraban interés en ponerlo en el temario, respondiendo a una directiva del propio Quintana. 

El menos interesado fue el vice segundo de esa Comisión, Pablo Torello, hermano de José, jefe de asesores del Gobierno y mano derecha de Macri. Cada vez que le preguntan la posición oficial sobre un tema, el diputado Torello dice que debe consultar a su hermano.

El proyecto nunca tratado plantea prohibir “acuerdos entre competidores, concentraciones económicas ilícitas” o cualquier práctica que logre “limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al mercado o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado”.

Y planea multas diarias de hasta “un 0.3% del volumen de negocios” generados por la empresa” o de hasta 200 millones de pesos. Como había pedido el coordinador de Gabinete, se establece un “sistema de clemencia” para empresarios monopólicos arrepentidos.

Carrió tenía como blanco específico los supermercados, dueños de un oligopolio capaz de regular a gusto el valor de los alimentos en las góndolas.

Pero tampoco parece tener el apuro de Negri, porque no volvió a referirse al control de los precios desde la intervención de Quintana, ni siquiera cuando Macri lo excluyó del temario de sesiones extraordinarias, adelantando un verano donde los empresarios podrán aumentar los precios sin presión del Congreso. A Negri no le gustó.