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Para frenar la importación de vino, Cornejo le mete un impuestazo a las bodegas

Es para las que traigan vino de Chile. Los productores reclamaban una medida proteccionista.

Dos meses pasaron para que el gobernador Alfredo Cornejo, temeroso de desatar la furia de la Casa Rosada, tomara una decisión proteccionista: aumentó de 4 a 6% la alícuota de Ingresos Brutos para aquellas bodegas que importen vino o que comercialicen productos importados dentro del territorio mendocino.

Así lo establece la reglamentación de la Ley Impositiva 2017, sancionada a principios de noviembre pero reglamentada en las últimas horas.

La determinación se tomó en paralelo con la provincia de San Juan, cuando ambos gobiernos provinciales entraron en alerta por el ingreso de vino importado desde Chile que grandes bodegas utilizaron como “castigo” hacia los productores locales, con precios menos competitivos.

Al tomar conocimiento de lo que estaba ocurriendo, los gobiernos provinciales primero acudieron al Instituto Nacional de Vitivinicultura, que dijo no tener ingerencia en la política de comercio exterior, por lo que las quejas llegaron a la Secretaría de Comercio. Allí, Miguel Braun dejó en claro ante funcionarios y productores que “el Gobierno nacional no va a hacer nada para evitar la entrada de vino chileno”.

Con las cartas sobre la mesa, se avanzó en una idea que había sido esbozada por Cornejo y el sanjuaino Sergio Uñac apenas conocido el hecho: gravar con impuestos provinciales a quienes importaran vino en detrimento de los productores locales.

Así, se estableció actuar en conjunto, y en ambas provincias se aumentaron los Ingresos Brutos para las bodegas que trajeran vino del exterior.

Pero en la reglamentación de la ley mendocina, se agregó otro aspecto del mismo problema: se gravará también a quienes comercialicen vino extranjero dentro de la Mendoza.

El secretario de Agricultura mendocino, Alfredo Aciar, dio detalles de la resolución: “Esta medida tiene como objetivo principal evitar maniobras especulativas por parte de los fraccionadores de vino, ya que se considera (según informes del INV) que los stocks de vino de color son los suficientes para enfrentar la demanda hasta la próxima liberación de los vinos cosecha 2017”.

Y agregó: “De esta forma se protege a la producción de vino local de maniobras especulativas. Pero también hay que tener en cuenta que en el mercado se decía que iban a importar 60 millones de litros, con el aumento del impuesto seguramente el número no será tal y nuestros productores y elaboradores obtendrán mejores precios”.