Santa Fe

Gesto de acercamiento de Lifschitz al PRO

El gobernador participó de un encuentro de intendentes de Cambiemos organizado por la Fundación Pensar.

Luego de un año de tensión entre el gobierno nacional y la gestión socialista, esta semana Miguel Lifschitz tuvo dos gestos claros hacia Mauricio Macri.

En primer lugar, fue uno de los gobernadores más críticos al proyecto de Ganancias aprobado en Diputados señalando que el mismo iba a tener un fuerte impacto negativo para las provincias.

Aunque Santa Fe no cuenta con senadores socialistas ni del Frente Progresista, el gobernador le contagió el temor a varios de sus pares lo que permitió que el proyecto no avanzara en la Cámara Alta y el gobierno consiguiese tiempo para negociar una mejor propuesta.

De hecho, Lifschitz había avalado el proyecto de reducción de ganancias presentado por el oficialismo previo al que terminó dando ingreso la oposición con una conferencia de prensa a la que asistió la socialista Alicia Ciciliani.

Ahora, el gobernador participó de un encuentro con intendentes y jefes comunales de Cambiemos, actividad organizada por el Fundación Pensar, el armado político reeditado y apadrinado por Frigerio para jugar la interna del PRO.

"La reunión la organizó la Fundación Pensar con le idea de generar un acercamiento de los intendentes y jefes comunales de Cambiemos con el gobierno provincial" afirmó el diputado del PRO, Germán Mastrocola.

"Se hicieron pedidos de obras como accesos a las comunas y de óbras públicas en general y hubo un compromiso del gobernador Lifschitz de atender esos pedidos" subrayó el legislador quien reconoció que el propio presidente Mauricio Macri había solicitado que los referentes locales trabajen junto al socialista.

"La buena sintonía se viene dando desde esa reunión que tuvo el presidente con el gobernador y a partir de allí nos pidieron un trabajo en conjunto" manifestó Mastrocola.

Sin embargo, la foto de Lifschitz junto a la diputada Anita Martínez, el coordinador de la Fundación Pensar, Agapito Blanco y el legislador Germán Mastrocola entre otros, tuvo su lectura hacia adentro del propio Cambiemos.

De hecho, Blanco en una oportunidad había manifestado el deseo que el socialismo se integre a Cambiemos lo cual fue criticado en los pasillos del partido macrista.

Por su parte, Lifschitz consiguió un panorama mucho más manso del que se avecinaba meses atrás. Con buenas relaciones con el gobierno de Macri, logró neutralizar las críticas despiadadas hacia su gestión de parte de los referentes de Cambiemos.

A su vez, el gobernador tranquilizó a su tropa del Frente Progresista que, a la inversa, asomaban con fuertes críticas hacia las políticas nacionales. "Ahora reina la paz" sostienen en el gabinete.

Claro que para muchos dirigentes con apetencias electorales esa paz atenta contra los propios intereses y la posibilidad de proyectarse hacia el 2017 en un río reposado que no suele ofrecer ganancia a los pescadores.

Por otro lado, antes de fin de año Miguel Lifschitz deberá definir el calendario electoral y todo parece indicar que serán unificadas, otro guiño a Macri quien ya había manifestado su preferencia en que las elecciones se hicieran en simultáneo.