Inflacion

En Wall Street temen que la baja de la inflación se haya topado con su límite

Un informe del Citi advierte que la inflación núcleo rebotó y la lucha contra la suba de precios se enfrenta a su inercia.

Desde que en mayo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volvió a publicar los números del Índice de Precios al Consumidor (IPC), tanto el Poder Ejecutivo como el Banco Central hicieron hincapié en mirar la inflación núcleo o “core inflation” para asegurar que la inflación estaba bajando pese a los picos de junio y julio.

Un documento del Citi Group para América Latina al que tuvo acceso LPO, estudia precisamente la evolución de la inflación núcleo, que es la que reúne al 69% de los bienes de la canasta que mide el Indec. Es que esta "core inflation" es la que muestra la tendencia de los precios y no los movimientos de los precios estacionales (como los de la hotelería que suben con cada temporada alta) ni los de los precios regulados (como las tarifas de luz, la medicina prepaga, o la ficha del taxi). Por ende, es la que mejor refleja la conducta subyacente de los precios.

En mayo, era de 2,7%, en junio subió al 3%, en julio, agosto y septiembre hizo 1,9%, 1,7% y 1,5% respectivamente. Es decir que tras la devaluación de diciembre de 2015, se necesitaron nueve meses para tocar por primera vez el piso de 1,5%.Luego en octubre la "core" volvió al 1,8% y en noviembre se ubicó en el 1,7% de agosto, lo que sugiere que, pese a los esfuerzos del Banco Central por bajar la inflación, persiste la dificultad para quebrar el 1,5% necesario para alcanzar la meta prometida para el año que viene.

En el análisis del Citi, suman otro elemento idiosincrático: el parecido entre el actual proceso inflacionario tras la devaluación y el anterior. Luego de la devaluación de enero de 2014 pasó lo mismo. La inflación núcleo descendió hasta el 1,5% cinco meses luego de la devaluación y rebotó, volvió al piso de 1,5% en el onceavo meses y hasta el decimoséptimo no lo tocó nuevamente.

Lo que hace que la inflación rebote y no quiebre este piso es lo que se conoce como inflación inercial, una conducta de retoque de precios arraigada en la sociedad argentina, y es precisamente lo que en Wall Street creen que está complicando al Banco Central en su meta de llevar la inflación al 12-17% anual en 2017.

Ya a principio de año, el economista y director de EconViews, Miguel Kiguel, había advertido que veía difícil, precisamente por la permanencia de la inflación subyacente, que los guarismos del Indec pudieran quebrar con facilidad la inflación general del 1,9% anual.

Desde el Gobierno, responden que este tipo de análisis olvida que ahora, a diferencia de los períodos anteriores, el Banco Central lleva adelante una política monetaria seria de metas de inflación y que se acabó la “dominancia fiscal” –la asistencia financiera permanente del Banco Central al Tesoro para cubrir el déficit.

Aun así, los analistas del Citi dan más relevancia a la experiencia de 2014: “Reconocemos que varias cuestiones cambiaron desde entonces: i) aumentó la independencia del Banco Central, ii) El Banco Central adoptó un régimen de metas de inflación, y iii) la dominancia fiscal es menor. Aun así, creemos que la evidencia reciente y su similitud a la experiencia de 2014, pueden sugerir que la inercia inflacionaria resulte difícil de quebrar, complicando para las autoridades alcanzar las metas de inflación fijadas. Como ya hemos señalado en informes previos, consideramos que estas metas son bastante ambiciosas a la luz de las características del proceso inflacionario argentino”.