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Efecto Trump: Renunció el presidente del Banco Central de México y sacudió los mercados

Agustín Carstens, que jugó un rol clave en la estabilidad macro del país azteca, deja su cargo.

La salida de AgustínCarstens del Banco Central de México, conmovió a los mercados que tienen unrespeto casi sacramental por este economista que fue varias veces mencionadopara presidir el FMI.

Su renuncia está ligada ados frentes. El externo con el ascenso de Donald Trump en Estados Unidos y elinterno en el cuál el economista se preocupó por dejar en la junta del Banco deMéxico (Banxico) a quien quiere que sea su sucesor: Alejandro Díaz de León. Noes casualidad que la renuncia se manifieste a horas de que el Senado confirmarala designación del protegido de Carstens.

Ahora se entiende porqueel presidente Enrique Peña Nieto eligió semanas atrás para el directorio delBanxico al candidato Carstens y no a los que les propuso su ex secretariode Hacienda y ahora asesor estrella, Luis Videgaray.

Díaz de León hizo toda sucarrera bajo la tutela de Carstens y al igual que su jefe es un defensor delpurismo ortodoxo en materia económica.

Ahora se sabe, que unavez confirmado el triunfo del candidato republicano en las elecciones deEstados Unidos, Cartens le dijo a Peña Nieto que Díaz de León está preparadopara manejar el tsunami que podría venir. Es que el economista llegó al Banxicoempapado de temas de comercio internacional.

Carstens asumió en elcargo propuesto por el ex presidente panista Felipe Calderón y logró talprestigio en los mercados, que Peña Nieto lo ratificó por otro período cuandose le venció el mandato. En México es considerando el garante de la estabilidadmacroeconómica y por eso su salida representa una noticia de primera magnitud.

El economista deja elcargo para integrarse al Banco de Pagos Internacionales (BPI), cuya sedecentral se encuentra en Basilea (Suiza). Llamó la atención que un hombre queestuvo a votos de presidir el FMI deje el Banco Central de México para ir a unainstitución de menor nivel.

Quienes lo conocenaseguran que hace tiempo venía meditando sobre un cambio de vida y que eltriunfo de Trump aceleró esos planes. Cuando en la última conferencia debanqueros en Acapulco en marzo de este año le preguntaron sobre si cumpliría sumandato entero dijo que todo dependía de lo que ocurriera a nivelinternacional. Trump es la excusa para pasar a un segundo plano en un organismode prestigio.

En el Banco de México cayó mal que Carstens tratara de imponer s su sucesor y que además se quede siete meses mas luego de anunciar su salida, en lugar de dejar que tome las riendas quien resulte su reemplazante.

En una explicación queintentó llevar tranquilidad pero acaso produzca el efecto contrario, Carstens anuncióeste jueves que no es su intención “dejar el barco en plena tormenta”, por loque se quedará siete meses mas. “Espero que la tormenta no dure tanto”, agregódramático.

Carstens viene piloteandouna acelerada devaluación del peso mexicano y suba de tasas, para contener elefecto del triunfo de Trump sobre la economía mexicana.

La crisis que generó sudecisión fue de tal magnitud, que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, se reunió de urgencia conbanqueros y trató de llevar tranquilidad: “Las finanzas descansanen la fortaleza de las instituciones y no de una persona en particular”, afirmóel funcionario.

Nofue tomada con el mismo entusiasmo la decisión e renunciar y al mismo tiempoquedarse siete meses en el propio Banxico. En la Junta de Gobierno entiendenque si ese era su plan debería dejar ya la gobernanza de la entidad, designarun relevo y quedarse como subgobernador hasta su salida.

Seespecula que al tener su futuro laboral garantizado, ya se especula con que el rendimientoprofesional del funcionario vaya a la baja. Además, afirmaron fuentes de lainstitución a LPO, molestó a los otros integrantes de la junta de Gobierno del Banxico que tratara de imponer a Díaz de León como su sucesor.

Elcomentario en la Junta es que el anuncio de Carstens es un gesto soberbia paranada conveniente en el momento actual ya que se coloca en el centro de laactualidad innecesariamente.