Ciudad

La oposición denuncia un negociado millonario con la compra de parquímetros

La Ciudad quiere comprar 2 mil terminales a más 7 mil dólares cada una pero la oposición traba el proyecto en la Legislatura.

La oposición porteña denuncia un negociado millonario en la compra de los parquímetros con los que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta quiere extender el estacionamiento medido a media Ciudad.

El PRO busca aplicar la ampliación desde el 2013 y si bien la Legislatura porteña sancionó la iniciativa en diciembre de ese año nunca se llevó a la práctica por dos recursos de amparo en la Justicia.

La iniciativa presentada por el PRO busca ampliar el alcance del estacionamiento medido de 4.000 a 10.000 cuadras, lo que significaría que un 45% del territorio estaría bajo esta forma de estacionar. Las dos empresas que actualmente controlan el servicio son Dakota-STO y BRD-SEC con prórrogas provisorias, pero sus contratos están vencidos desde el año 2001.

Además, según establecía el proyecto que se elaboró en el ministerio de Desarrollo Urbano de Franco Moccia, los viejos parquímetros desaparecerían siendo reemplazados por dispositivos más modernos que recibirán el pago con la SUBE y admitirían el uso de tarjetas de débito y crédito desde el celular.

La oposición denuncia que detrás de esta “modernización” se esconde un negociado, puesto que según advirtieron fuentes opositoras al gobierno porteño, cada terminal podría costar hasta 15 mil dólares. Desde el Ejecutivo negaron a LPO que la suma sea semejante, aunque admitieron que cada parquímetro costará no menos de 7 mil dólares, por lo que la Ciudad debería desembolsar 14 millones de dólares para esta compra.

Se trata de un gasto de más de 200 millones de pesos en máquinas que en otras ciudades más pequeñas fueron reemplazadas por el celular.

Freno

En la reunión de Comisión de Tránsito y Transporte de esta semana, la oposición se mostró en contra de la iniciativa presentada por el Ejecutivo para extender el alcance en cuadras del estacionamiento medido.

Pese a no conseguir el dictamen favorable, el PRO intentará aprobar el proyecto antes de fin de año.

A pesar de destacar la buena predisposición del bloque amarillo y el Ejecutivo porteño para crear un texto consensuado y mejorar el proyecto inicial, la oposición se mantuvo en contra, “vamos a presentar un dictamen de minoría con los puntos centrales de nuestra iniciativa” aseguró Paula Penacca del FpV.

Por su parte, Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica sentenció que “no tenemos que serle funcionales a dos empresas que solo tienen fines recaudatorios y no de ordenar el tráfico en la ciudad”.