Nuevo Gobierno

 Los empresarios más grandes de México preparan un frente común para resistir a Trump

Alfa, Cemex, Arca Continental, Femsa y otros grandes grupos sintieron el impacto en sus cotizaciones.

Los más importantes empresarios regiomontanos (provenientes de la rica ciudad deMonterrey, ubicada en el norte de México) están preparando un frente común para evitar que la llegada de DonaldTrump a la presidencia de Estados Unidos afecte sus operaciones en esepaís.

Compañíascomo Alfa, Arca Continental, Cemex, Femsa, Gruma y Nemak,asentadas en Nuevo León, generan buena parte de sus ingresos en la naciónvecina y tienen planes de expansión que dependerán de las condiciones que sepresenten durante la nueva administración.

Las empresas más grandes de México ya acumulan una facturación anual de 12 mil millones de dólares por sus operaciones en Estados Unidos.

Unode los empresarios que sufrió ya uno de los mayores embates fue ArmandoGarza Sada, presidente de Alfa. El miércoles 9 de noviembre, trasconfirmarse que Donald Trump será el nuevo presidente de Estados Unidos, lasacciones de su conglomerado cayeron 5.4% en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).De entonces a la fecha, los títulos de Alfa acumulan una baja de 12.5%.

Otraempresa que descuelga de Alfa, pero que cotiza de forma independiente en laBMV, es Nemak, la fabricante de autopartes que obtiene de Estados Unidos 60% desus ingresos y que acumula una caída de 10.5% en la BMV. El 9 de noviembre, undía después de las elecciones, sus títulos se desplomaron 8.2% y el 10 denoviembre volvieron a retroceder 8.5%, principalmente por los temores de queTrump imponga aranceles a los productos que se envían de México a EstadosUnidos, entre ellos vehículos y autopartes.

Porsu parte, la embotelladora Arca Continental acumula una pérdida de valor de4.5% en los últimos cuatro días. La empresa que preside Manuel L.Barragán está en vías de formar una empresa conjunta con Coca-ColaCompany en Estados Unidos para producir, distribuir y vender bebidas enCalifornia, Texas, Nueva York, Nevada, Arizona y Florida.

El titular de Femsa, José Antonio Fernández y el presidente Peña Nieto.

Otraembotelladora socia de Coca-Cola es Femsa, el conglomerado que preside JoséAntonio ‘El Diablo’ Fernández. Uno de los principales negocios esOxxo, que está empujando su entrada al mercado de Estados Unidos mediantetiendas piloto. El plan es abrir hasta 900 unidades en territorioestadounidense, pero las inversiones está sujetas a que el gobierno le concedael permiso para vender cerveza. Femsa también planea asociarse condistribuidores y productores de gasolina en Texas para trasladar gasolina aMéxico.

Sinembargo, los inversionistas se mantienen cautelosos ante la llegada de Trump,que podría retrasar o cancelar estos planes. En los últimos cuatro días, lasacciones de Femsa han caído 4.8% en la BMV.

Otraempresa que depende de sus operaciones en Estados Unidos es Gruma, laproductora de harina de maíz y tortilla. La firma que lidera JuanAntonio González Moreno, hijo del fundador, Roberto GonzálezBarrera, obtiene de este país 60% de sus ingresos anuales, por lo quemayores regulaciones en la producción o un cambio en la políticas arancelariasle afectaría directamente. Del 9 de noviembre a la fecha, sus acciones en laBMV acumulan una reducción de 3% en la BMV.

Yfinalmente Cemex, que mantiene a Estados Unidos como su principal fuente deingresos, con cerca de 30%, también ha sido impactada por el triunfo de Trump.La cementera al mando de Rogelio Zambrano acumula una caída de7.3% en el precio de sus acciones en la BMV en los últimos cuatro días.

Enconjunto, estas seis empresas generan ingresos cercanos a los 12 milmillones de dólares anuales en Estados Unidos, y en algunos casos,como Cemex y Gruma, este mercado representa su principal fuente de ingresos.

Poreso, en los círculos de negocios regiomontanos ya se habla de emprender unaestrategia común para hacer frente a Donald Trump. La idea escabildear en México y Estados Unidos para que la renegociación de los acuerdoscomerciales, la imposición de aranceles y la deportación de inmigrantes noafecte sus inversiones y operaciones en territorio estadounidense. Por lopronto, los inversionistas se mantienen en alerta y cautelosos de lo que puedapasar.