Mendoza

Cornejo ahora negocia con el PJ para meter un impuesto a la importación de vino de Chile

El mendocino no confía en que Nación se haga eco del reclamo de la industria. Quiere sumar a Uñac.

Los intendentes peronistas mendocinos debieron meter de urgencia un tema clave en la negociación que llevan adelante con el gobernador Alfredo Cornejo para apoyar los proyectos oficiales de presupuesto, ley de Avalúo y ley Impositiva.

Es que la importación de –por ahora– 10 millones de litros de vino tinto de Chile ha disparado las alarmas de toda la provincia. En el caso específico de los caciques comunales peronistas, la mayoría gobierna departamentos donde la producción de uva y la elaboración de vino son clave en su economía.

Así, en la reunión del pasado viernes en la Casa de Gobierno, intendentes y Cornejo acordaron avanzar en un impuesto provincial específico para gravar a los saldos importados.

“Hay que tratar de proteger las cosas nuestras y que sean competitivas. Vamos a poner una alta carga en la ley Impositiva para vinos importados tratando de no prohibir sino disuadir que se los traiga de otros lugares”, detalló Cornejo, al tiempo que sostuvo que “es necesario abrir la economía” pero sin descuidar los sectores que deben ser protegidos desde lo público, haciendo equilibrio entre los postulados del libre mercado del macrismo, del que es aliado, y las necesidades de la economía mendocina.

El qué hacer se definirá en la Legislatura provincial, entre oficialismo y oposición, tomando como base un proyecto de ley del radical Ricardo Mansur. El legislador detalla en los argumentos de su propuesta, básicamente, que no hay ninguna razón para que bodegas –como es el caso de RPB– importen vino.

“El hecho de que los diferentes factores climáticos, como las heladas, el granizo y las intensas lluvias incidieran en la producción de uvas de la última cosecha produjo un equilibrio en el stock vínico. Esto podría servirles a los productores más pequeños para recuperar parte de su rentabilidad perdida debido a varios años de dificultades financieras por el exceso de vino en el mercado interno”, indica el análisis del legislador, adjuntando dos estudios técnicos –uno de la Corporación Vitivinícola y otro del Instituto Nacional de Vitivinicultura– demostrando que no existe otra razón que la búsqueda de potenciar rentabilidad para comprar vino en Chile.

“Las grandes bodegas traen vino para presionar a los productores, para que les vendan más barato. Por eso la idea es bloquearles la posibilidad de que importen porque hay vino. Siempre los bodegueros pagan precios viles por el vino, se los pagan a cinco o seis meses, juegan con la inflación, prorratean el IVA y ahora que están en mejores condiciones, les quieren comprar el vino a 8 pesos. Si no, lo compran afuera”, resumió Mansur.

En la elaboración de un proyecto conjunto trabajarán esta semana oficialistas y opositores, mientras Cornejo, por su lado, se comprometió a conversar con el gobernador sanjuanino Sergio Uñac para que impulse una medida parecida.

“Si no se replican medidas en la vecina provincia, el producto ingresará por territorio sanjuanino desde Chile y luego será trasladado a Mendoza”, argumentó Cornejo.

“Más allá de lo que pase a nivel nacional, donde haremos el reclamo correspondiente, creemos que no habrá respuestas, por eso intentaremos hacer un frente con San Juan”, detalló una fuente cercana al gobernador mendocino.

Justamente los legisladores nacionales mendocinos por Cambiemos Julio Cobos (senador), Susana Balbo y Luis Borsani (diputados), citados por diario Uno, ratificaron que una decisión nacional en contra de la importación de vino no está, ni estará, en agenda. “El escenario no es amigable para tratar la creación de un nuevo impuesto, por un lado porque se está avanzando en una reforma tributaria general, y por otro, porque Chile en particular tiene ya aranceles impuestos por ser socio del Mercosur, en el contexto de un acuerdo comercial más amplio”, coincidieron.

Las explicaciones de los bodegueros

La explicación de las grandes bodegas respecto de por qué algunas tomaron la decisión de importar vino se ha dejado trascender. Por el momento, no ha habido comunicado oficial alguno.

No obstante, las empresas han dejado trascender sus tazones: “No se trata de ‘influir’ sobre el mercado sino que están comprando en el exterior porque en las muestras solicitadas a algunos tenedores de vinos a granel locales no encuentran la calidad y la cantidad que necesitan”.

En relación al precio, desde las bodegas se afirma que “un vino genérico en Mendoza tiene un precio de 12 pesos, mientras que importarlo desde Chile tiene un costo de entre 10 y 11 pesos”. Y reglón seguido se minimiza el dato: “Estamos hablando de sólo 15 millones de litros –los 10 de RPB más 5 de Fecovita–, cuando por mes se mueven en el mercado 100 millones”.