Presupuesto

El Gobierno limita los superpoderes, pero se reserva margen para tomar deuda

Podrá reasignar hasta el 10% de las partidas y el 5% en 2019. Pero no habrá tope para salir a los mercados.

Mauricio Macri envió un proyecto de ley al Congreso para limitar la facultad de reasignar partidas del Gobierno hasta el 10% del presupuesto de 2017, el 7,5% para el año próximo y el 5% en el último período de mandato de Mauricio Macri.

Conocida como superpoderes, esta práctica nació en 2006 con el cambio del artículo 37 de la ley de administración financiera, que facultó al jefe de Gabinete de turno a reasignar partidas a gusto. El abuso de Néstor y Cristina Kirchner hizo de los presupuestos una alejada aproximación de la realidad.

Para negociar su primera ley de leyes, con minoría en el Congreso, Macri se comprometió a terminar con esa práctica pero en forma gradual. Los gobernadores exigieron limitarla al 5% del presupuesto, pero sólo aceptó reducirla al 10%, con una baja progresiva hasta alcanzar ese porcentaje en tres años.

El proyecto ingresó ayer a Diputados y se trataría el 2 de noviembre junto al presupuesto y sancionar ambos proyectos antes de fin de año.

Pero la flexibilidad para remover partidas no estuvo cada vez que le pidieron a Macri controlar o compartir los beneficios del endeudamiento externo, principal vía de financiamiento del Tesoro durante el año.

Los senadores fueron los primeros en advertir el cambio de época tras el pago a los holdouts y aprobaron un proyecto para regular las emisiones de deuda del Gobierno, obligando a enviar un detalle al Congreso junto al proyecto de presupuesto y pedir autorización cada vez que quiera salirse de esa letra.

Por orden de la Casa Rosada, Luciano Laspina congeló el proyecto en la Comisión de Presupuesto y tampoco hubo diputados de la oposición que presionaran por tratarlo.

Con el presupuesto presentado, los gobernadores fueron por más y exigieron que el Gobierno comparta con ellos una parte de cada emisión de deuda externa, destinada a una caja específica de obras públicas, que denominaron “fondo de convergencia”. Fue lo primero que excluyó Prat Gay del debate.

El ministro de Hacienda si acordará con las provincias una reducción del déficit fiscal de cada distrito, mediante la vuelta de la ley de responsabilidad fiscal, sancionada en 2004 y suspendida en los últimos años del kirchnerismo.

El plan del Gobierno, que los gobernadores aceptarían esta semana, es que sólo pueda aumentarse el gasto en proporción al aumento del Producto Bruto Interno, medido por el Indec.

Y que la posibilidad de emitir deuda externa por las provincias esté atada a su desempeño fiscal. Prat Gay insiste en reducirla a obras públicas. Salvo que cuando salga al mercado él.