Petroleo

Las petroleras negocian un nuevo aumento de los combustibles

A principios de noviembre vence el congelamiento que se había acordado por 90 días.

Sin hacer ruido y cuando aún restan tres semanas para que expire elacuerdo vigente, las petroleras han comenzado a manifestarles a losfuncionarios de Energía su intención de retomar los ajustes en los precios delos combustibles que se habían frenado en agosto.

Si bien no necesitan autorización ni resolución oficial para remarcarlos surtidores, las petroleras buscarían “consensuar” con el Gobierno losaumentos que quieren aplicar durante el último bimestre del año en las naftas yel gasoil.

De manera extraoficial, los directivos de las principales petroleras yale anticiparon al secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda yal ministro de Energía, Juan José Aranguren, que tienen en carpeta dosincrementos del 5% para terminar de compensar el impacto en los costos queprodujo la devaluación que sobrevino a fin del año pasado tras el levantamientodel cepo y la liberación del tipo de cambio.

Las petroleras ya le anticiparon a Aranguren que tienen en carpeta dos incrementos del 5% para terminar de compensar el impacto en los costos que produjo la devaluación.

A principios de 2016, Aranguren y las petroleras habían convenido unaactualización gradual de los precios de los combustibles a lo largo del año.

Entre enero y mayo, subieron cuatro veces acumulando un ajuste del ordendel 30% que llevaron el valor promedio de las naftas más baratas a 1,70 pesosel litro y el de las naftas premium, a casi 2 pesos el litro.

A principios de agosto cuando se aprestaban a aplicar un nuevo ajuste delorden del 5%, las petroleras fueron convocadas por el Gobierno para estableceruna tregua de tres meses.

Preocupada por el impacto inflacionario que iba a provocar el quintoaumento del año en los combustibles, la administración macrista acordó con laspetroleras un congelamiento de los precios en las estaciones de servicio por 90días y una baja paulatina del barril de crudo local que utilizan las refinadorasy que desde 2014 está por encima de los valores del mercado internacional.

Ese acuerdo vence en la primera semana de noviembre y la apuesta máximade las petroleras es aplicar en dos veces la suba del 10% que, según susnúmeros, tienen pendiente para completar el desfasaje de la devaluación.

En principio, la idea del equipo de Aranguren sería no poner objecionesa las subas en juego. Consideran que los aumentos deberían registrarse en loque resta de este año para poder transitar el 2017 con los precios de lossurtidores estables.

De esta manera, reducirían el costo político que van a tener queafrontar en los primeros meses del próximo año cuando llegue la hora de autorizarlas subas tarifarias que ya están programadas para de los servicios de gas yenergía eléctrica.

Más allá de lo opinen en el área de Energía, las petroleras no descartanque -a instancias del ala económica que conforman el ministro de Hacienda,Alfonso Prat-Gay; el titular del BCRA, Federico Sturzenegger y la dupla de coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui- elGobierno opte por proponerles una extensión del congelamiento de precios portres meses más con el doble fin de mantener controlada la inflación y no darlemotivos a los gremios para que reclamen actualizaciones salariales.