Comunicación

Análisis: ¿Le sirven a Macri las fotos “espontáneas”?

El Gobierno niega que busquen humanizar al presidente. Los analistas dicen que la “gente no come vidrio”.

La difusión de la sucesión de fotos "casuales” de Mauricio Macri en la última semana disparó el interrogante de hasta qué punto le sirven al presidente estas imágenes presuntamente espontáneas y en situaciones íntimas -como el beso a su esposa en el plenario de la ONU- o desacartonadas como las del viaje en colectivo en Pilar o su chic paseo en bici por el Central Park.

El Macri desestructurado es parte esencial de la comunicación “new age” que el Presidente y su equipo copió de Barack Obama, que suele difundir momentos de distensión en medio de sus jornadas laborales en la Casa Blanca o mezclado en situación de "gente común", comiendo un pancho en un partido de la NBA. Una idea que, en realidad, Obama aggiornó del difunto John F. Kennedy, que marcó para siempre la imagen del presidente glamoroso y humano, con sus fotos en velero con Jackie, o con sus hijos jugado entre sus piernas en el salón oval .

Entusiasmado con esa línea, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, armó para este jueves un "viaje" en colectivo de 12 cuadras con el Presidente, para explicarles a un grupo de “vecinos” el alcance del plan de obras viales del Gobierno. Los vecinos sabían que iba a ir Dietrich y que no sería un viaje común y corriente como luego intentó comunicar el Ejecutivo a través del Facebook del presidente.  

Las fotos que se difundieron luego en las redes sociales motivaron el debate sobre si el viaje en el 520 fue armado, puesto que no sólo aparecían los mismos pasajeros parados y luego sentados en otra toma junto a Macri, sino que podía advertirse que el colectivo no sólo no estaba en movimiento sino que estaba rodeado por una fuerte custodia y hasta con autos atravesando el camino rural que supuestamente transitaba.  

El detrás de escena del viaje de Macri en colectivo.

Estas fotos se suman a otra que difundió el Gobierno en la misma semana en la que Macri aparece en medio de la Asamblea General de la ONU dándole un beso en la boca a su esposa Juliana Awada y a otras en las que se lo ve andando en bici y tomando un descanso en un banco del Central Park junto a la primera dama y un desconocido con aspecto de viajero recién llegado o homeless.

¿Le suman a Macri estas fotos?

En diálogo con LPO, la politóloga Celia Kleiman, de la consultora Polldata, aseguró que esta estrategia no le suma a Macri: “El target más esquivo (de recursos medios-bajos), está esperando que el bolsillo le permita llegar a fin de mes”, afirmó.

“No le suma, lo único que le va a sumar es que la gente de ese segmento, que va a definir la elección en la provincia de Buenos Aires en 2017, vuelva a tener cierto grado de bienestar”, agregó la socióloga.

Macri y Awada en el Central Park.

“Nadie se sienta tan relajado al lado de un homeless”, dijo Kleiman en relación a la foto de Macri en el Central Park y agregó: “Al Lole Reutemann le creían en Santa Fe cuando lo veían en chancletas, pero a Macri no va a lograr que lo vean cercano a la gente porque lo vean una vez subiendo al colectivo”agregó y explicó que “la gente no come vidrio y sabe cuándo un gesto es espontáneo”.

La anlista de Polldata consideró que este tipo de mensajes del Gobierno tienen una recepción positiva únicamente al segmento que le es fiel a Macri. En eso coincidió Juan Manuel Aurelio, de la consultora Aresco, quien en diálogo con LPO dijo que “en los adherentes al Gobierno, el uso de las ‘nuevas formas’ de comunicación está bien visto”, pero que quienes no apoyan a Macri evalúan esta estrategia como vacía de contenido.

“Es una comunicación para quienes adhieren a este Gobierno”, enfatizó el consultor de Aresco y explicó que por eso “no modifica sustancialmente nada”.

Aurelio advirtió que en estos casos el Gobierno muestra una realidad que no es coherente con la realidad que siente la gente. “Hay una distorsión que todavía no es evidente, pero a la largar puede llegar a serlo”, señaló el consultor.

Aurelio agregó que sólo un tercio de la población adhiere a todo lo que comunica el Gobierno y la percepción general indica que en lo económico la gente está peor que el año pasado.

En el Gobierno, en tanto, niegan que la exhibición de este tipo de fotos responda a una estrategia para humanizar a Macri.

“No necesitamos humanizarlo, no hay ninguna alarma en ese sentido”, dijeron a LPO en el primer piso de Casa Rosada. Las fuentes señalaron que esa idea sí se aplicó el año pasado: “En la campaña funcionó, pero porque el estilo era diferente, era un concepto de mano a mano”, indicaron.