Un trabajo como el de la Conadep hoy tropezaría con la lenta burocracia, peleas mediáticas, contratos innecesarios, impugnaciones cruzadas y quizás algún amparo por cualquier motivo. |
1984 no es sólo la novela de Orwell. Ese año, en días como el de hoy comenzaba la hazaña de la CONADEP. Recuerdo la precariedad informática de entonces, el miedo aún en la piel, y a una recién parida CONADEP que sin antecedentes que iluminaran por dónde empezar, armó su propia brújula y logró el Informe más sólido, veraz y documentado posible, en el escasísimo lapso de 8 meses.
Los admiro. Es excepcional –en el Estado- que un grupo heterogéneo haya podido producir –de la nada- tanta verdad fáctica, con elaboraciones, esquemas, listados y estadísticas que –aún no siendo perfectos- fueron importantísimos.
Un trabajo similar hoy tropezaría con la lenta burocracia, reivindicación de horas extra, discusiones interminables sobre cada párrafo, peleas mediáticas, tercerizaciones de dudosa transparencia, contratos innecesarios, impugnaciones cruzadas y quizás algún amparo por cualquier motivo.
Más conozco al Estado, más admiro a la CONADEP. Quizás porque en 1984 todavía había ética militante, aunque no fueran militantes todos los designados por el Presidente Alfonsin.
Ninguna investigación posterior, de las muchas habidas, ha superado al Nunca Más. Tal vez por su carácter inaugural, por los pocos errores que cometió en proporción a la densidad informativa, porque confeccionó un documento-maestro para toda la sociedad, para la justicia y para la historia. Corriendo contra el tiempo, contra el miedo, contra la precariedad, contra la desconfianza.
Abrieron la primer puerta de la Verdad. Y después, sin alharaca, concluida la misión, cada uno continuó el camino sencillo de cada día. Merecido homenaje les debemos.
Sólo es criticable haber aceptado la teoría de los dos demonios. Era el relato de época, -tan falaz como cada relato en cada época-, sin embargo la CONADEP apenas lo tomó como marco. En cambio fue pionera ya desde el prólogo al catalogar lo sucedido como “crímenes de lesa humanidad”. Pionera también al señalar el plan sistemático dictatorial. Y cuidadosa con esmerado respeto por los desaparecidos “desamparados, abandonados por el mundo, cerca de nueve mil”.
Su misión era “indagar la suerte de las personas desparecidas” meta cuasiimposible. Pero en esa búsqueda logró invalorable información que ordenó y elaboró metodológicamente, dejando para la Historia un acervo de miles de fojas que encierran el coraje y el dolor de una generación argentina y la increíble criminalidad y alevosía de la dictadura.
El archivo CONADEP se duplicó con información obtenida posteriormente, y fue abierto a los investigadores calificados. Recuerdo que un día, pretendió acceder a él el Gral. Suárez Mason. Me tocó impedir ese agravio. Otro día, un auditor opinó que para ser documento debía estar foliado! Afortunadamente, hoy – digitalizado- es documento histórico y perenne, con o sin foliar. No olvidemos esa hazaña civil. Fue hace 30 años.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
- 118/02/1414:03Debo confesar, que no tenía una buena consideración de Alicia Pierini por distintas posiciones que tuvo a lo largo de estos años de democracia pero en esta oportunidad tengo que agradecerle este homenaje que hace de la CONADEP. Alicia, muchas gracias por aportar al sistema democrático.