Juan José Aranguren irá a un plenario de comisiones de Diputados el martes a explicar sus tarifazos de luz y gas, tras lograr que Cambiemos frene una interpelación en el recinto. 

Y uno de los organizadores de la visita es su antecesor Julio De Vido, blanco predilecto de Cambiemos para justificar las impopulares medidas del ministro de Energía.

De Vido preside la Comisión de Energía, una de las cinco elegidas para recibir al ex CEO de Shell, junto a las de Defensa del Consumidor, Presupuesto, Obras Públicas y Asuntos Constitucionales.

La asistencia de Aranguren fue anunciada en el recinto por el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, y ratificada tras caerse la sesión por falta de quórum, ante la decisión del oficialismo de no habilitar el tratamiento de los proyectos por no tener dictámenes de comisión.

La más insistente en birlar ese conocido aspecto del reglamento fue Graciela Camaño, presidenta del bloque Frente Renovador, aun cuando podía evitarlo: en la misma mañana de la sesión estaba convocada una reunión de la Comisión de Obras Públicas, donde podían emitirse dictámenes y aprobarlos en el recinto sin la discusión de mayorías especiales.

Camaño no parecía interesada en ir por esa vía y ni bien supo que el kirchnerismo había llamado a una sesión especial por tarifas para las 11 juntó firmas para convocar a otra media hora antes con seis proyectos. Uno era el suyo para interpelar a Aranguren, girado a las comisiones de Energía y Asuntos Constitucionales.

La primera la preside De Vido y la otra Pablo Tonelli, el jurista predilecto del PRO, y pisa fuerte Elisa Carrió, crítica del tarifazo de Aranguren pero no tanto como del ex ministro de Planificación, a quien hizo pasear por Tribunales y presionó sin éxito para quitarle su banca por su prontuario judicial.

Además de justificar su paso por los gabinetes de Néstor y Cristina Kirchner, De Vido deberá dar explicaciones sobre su rol como diputado, porque en la Comisión de Energía planchó varios pedidos de informes sobre la crisis energética que rozaban su gestión.

Sólo permitió dictaminar uno sobre los tarifazos de luz en Río Negro y Neuquén, proyecto incluido en la sesión especial que el kirchnerismo había pedido para esta mañana, pero prefirió clausurar para sumarse a la armada por Camaño.

Como Carrió, la jefa del bloque Frente Renovador atacó por igual a Aranguren y a De Vido, al primero por su torpeza y al otro por su ineficacia y manejos de fondos poco trasparentes. Ambas situaciones quedarán expuestas en el plenario del martes.

En Cambiemos confían en que la sola imagen de De Vido aplane los ataques al ministro de Energía, quien nunca quiso visitar la Cámara baja por temor a no poder salir ileso de la munición opositora.

Sobre todo cuando su vocero recorrió los pasillos del anexo de Diputados y comprobó que cada vez que el ministro de Energía era mencionado en las Comisiones no había un solo diputado de Cambiemos interesado en defenderlo. Con De Vido al lado, tal vez alguno le tome cariño al menos por espanto.

Los proyectos que no fueron

La sesión especial frustrada hoy por Cambiemos tuvo seis proyectos: el de interpelación de Camaño y cinco de ley para anular tarifas, aunque ninguno tenía dictamen de sus respectivas Comisiones.

El de Margarita Stolbizer, ausente en la sesión por asistir a los Juegos Olímpicos a ver a su hijo basquetbolista. Solicita anular mediante “derogación de las resoluciones de Aranguren”.

Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda, pide “la anulación de los aumentos de tarifas que se hayan aplicado desde el 1º de enero”. Estos dos proyectos duermen en las comisiones de Obras Públicas, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda.

Otro proyecto que no trataron fue presentado por la diputada Araceli Ferreyra y propone dejar sin efecto todas las modificaciones de tarifas en transporte, electricidad, gas, agua y desagües cloacales que hayan sucedido este año. 

Fue girado a Obras Públicas y a Defensa del Consumidor, donde Ferreyra es secretaria y la presidenta es la massista Liliana Schwindt.

Héctor Recalde, jefe del FpV-PJ, dispone suspender durante 180 días posteriores a la sanción de la ley todo aumento en las tarifas de energía eléctrica, gas, agua y cloacas.

Monzó lo giró a muchas comisiones: Obras Públicas, Defensa del Consumidor y Presupuesto y Hacienda, donde el macrista Luciano Laspina cajonea cualquier iniciativa que altere las arcas oficiales.

El restante es de Miriam Bregman y varios kirchneristas. Pide congelar eliminar los tarifazos y también los aumentos de peajes. Con la visita de Aranguren, todos quedarían cajoneados para siempre.