John Kerry, secretario de Estado de los Estados Unidos le entregó a Mauricio Macri los archivos desclasificados de la dictadura. Sin embargo, la noticia para los diarios más importantes de Norteamérica fue el intento de detención de Hebe de Bonafini, reconocida en todo el mundo por su lucha por los Derechos Humanos.

El Gobierno argentino intentó imponer en la agenda la visita de Kerry, funcionario clave de la administración de Barack Obama, tanto por la apertura de los archivos como por sus elogios al nuevo presidente y a la canciller Susana Malcorra, que tiene el respaldo de los norteamericanos en su difícil carrera a la secretaría general de la ONU.

"La relación entre Estados Unidos y Argentina mira al futuro, pero también recuerda. En 2002 se desclasificaron más de 4000 cables y documentos de la dictadura militar. En marzo, el presidente Obama prometió identificar y compartir documentos, y hoy voy a entregar el primer grupo de esos documentos al presidente Macri, y habrá más a futuro", sostuvo Kerry al hablar en Cancillería.

“En respuesta a la solicitud del presidente Macri y de grupos de Derechos Humanos, el presidente Obama prometió compartir documentos de Estados Unidos y de fuerzas del orden y de agencias de inteligencia”, puntualizó Kerry.

Sin embargo, la orden de detención de Hebe de Bonafini dispuesta por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi desató no sólo una movilización espontánea en Plaza de Mayo sino que recorrió los medios del mundo, entre los que estaban los diarios New York Times y Washington Post, dos de los más importantes de Estados Unidos.

Presidencia

Desde el Gobierno de Macri intentaron relativizar el episodio. “Nosotros no podemos hacer nada al respecto”, aseguraron a LPO desde el Ejecutivo. El jefe de gabinete, Marcos Peña, incluso justificó el pedido de detención: "Hay que aprender a respetar a la Justicia", dijo en radio La Red.

Global Entry para argentinos

Kerry anunció además que los argentinos que visiten Estados Unidos por turismo o negocios podrán ingresar a ese país mediante puestos electrónicos que leen pasaportes sin necesidad de interactuar con oficiales de inmigración, según acordaron autoridades de ambos países.

El secretario de Estado norteamericano, dijo que la medida, que incluye a la Argentina en el programa denominado Global Entry, servirá para "facilitar los negocios y el turismo".

Desde el Ministerio de Seguridad, en tanto, se informó que se proyecta la ampliación del programa Global Entry a determinados ciudadanos argentinos "que cumplan con las condiciones para ser considerados viajeros confiables. La implementación se realizará de manera coordinada entre ambas naciones con la información proveída y a través de las distintas bases de datos".

De esa manera, Argentina se suma a un grupo de países que incluye a Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, Holanda, México, Nueva Zelanda, Singapur y el Reino Unido.