Después de pasar años en el gobierno sin someterse a ruedas periodísticas, Cristina Kirchner recibió en El Calafate a un grupo de medios extranjeros. Ya afuera del poder y apuntada por la Justicia, la ex Presidenta cuestionó el rumbo económico de la gestión de Mauricio Macri y aseguró que no tiene miedo de ir presa.

"Ahora hasta les critican que usan el aire acondicionado o que prenden la estufa", le enrostró al líder del PRO, cruzando los pedidos que hizo el Presidente en medio de la polémica por el tarifazo y la crisis energética en el país, en gran medida producto de la mala gestión kirchnerista.

Fue una entrevista de 1 hora y media realizada el jueves pasado por Telesur, Al Jazeera, Reuters, La Jornada, Nodal y Sputnik. Uno de los tramos más picantes de la charla fue el de la política cambiaria y la situación económica del país.

Cristina dijo que durante su gestión de ocho años "se llegaron a hacer 14 millones de operaciones de compra de dólares, por casi 10.000 millones que compraban los trabajadores, los asalariados y la clase media, que ahorraba en dólares lo que le sobraba, porque le sobraba dinero a fin de mes para poder comprar dólares".

A la sociedad le habían dicho que no iba a ver tarifazo, devaluación, que no se iba a perseguir a nadie, que todo iba a ser mejor, que hasta el fútbol se iba conservar 

Ese ahorro, indicó, también les permitía a los sectores medios de la sociedad "poder pagar la cuota del auto, comprar una heladera o un aire acondicionado".

Si bien no mencionó las resoluciones que adoptó e implicaron un cepo a la compra de moneda extranjera, Fernández afirmó que "no cambiaría la política cambiaria aunque sí tal vez la política industrial para hacerla menos dependiente o para que el desarrollo fuera más perfecto y que se puedan hacer los eslabones productivos, de manera de no tener tanta necesidad de divisas".

Además, la ex presidenta dijo que "en absoluto" tiene miedo de ir presa por las causas judiciales en su contra, y consultada por el escándalo de José López y otras investigaciones sobre ex integrantes de su administración, señaló: "Me parece que lo que puede haber pasado con tal o cual ex funcionario y no quiero minimizar nada, son episodios que también tienen que ver con lo que puede pasar en cualquier gobierno".

“El temor a la cárcel, te soy sincera, en absoluto, en absoluto. Si hubiera tenido temor, no hubiera hecho no solamente las cosas que hice en el gobierno", dijo.

Cristina calificó de "patético y hasta ridículo" el embargo que dispuso el juez federal Julián Ercolini sobre las cuentas y cajas de seguridad de su hija, Florencia Kirchner.

"Embargar las cuentas de la pensión del ex presidente (Néstor Kirchner) es patético y hasta ridículo", planteó la ex mandataria. Además, volvió a considerarse víctima de una "persecución judicial, más que evidente, y que fue anunciada", al tiempo que cuestionó "el oportunismo" de la "dirigencia política a partir de denuncias indiscriminadas", en alusión a la diputada nacional por el GEN Margarita Stolbizer, que impulsa la causa Hotesur.

Asimismo, resaltó que ya la investigaron por enriquecimiento ilícito "desde 1995 hasta 2012; tres causas, sobreseimiento, siguen", a la vez que fue denunciada "cuatro veces por no ser abogada y el título me lo terminaron dando en Comodoro Py".

Sobre la gestión de Mauricio Macri, consideró que hubo una mala evaluación, mal cálculo en la suba de tarifas y aseguró que "ni siquiera fueron los resultados esperados por el equipo que se autodefinía a sí mismo como el mejor equipo de los últimos 50 años".

Lo que pudo haber pasado con tal o cual ex funcionario, y no quiero minimizar nada, son episodios que pueden pasar en cualquier gobierno, afirmó Cristina sobre López. 

"Nadie duda de las buenas intenciones de nadie", expresó pero enumeró que "a la sociedad le habían dicho que no iba a ver tarifazo, devaluación, que no se iba a perseguir a nadie, que todo iba a ser mejor, que hasta el fútbol se iba conservar".

Por último, realizó una defensa de sus hijos al señalar que el diputado nacional Máximo Kirchner "la última vez que salió del país fue en 2001" y que Florencia Kirchner "no vive en un departamento de Nueva York, sino en un departamento Monserrat, y no tiene auto porque no sabe manejar".

"Hay que ver cómo vive cada uno de nosotros, para evaluar o juzgar", planteó y aseguró que su casa en El Calafate es suya desde "antes de ser presidenta y no de ninguna empresa constructora que, además, es socia de los amigos del poder".