Pese a que Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas maneja una hipótesis presupuestaria de crecimiento económico de 3,5 a 4% en estos cuatro años, Pedro Lacoste, el viceministro consideró este martes ante inversores de Japón -durante un seminario en la Cancillería- que el país “está en condiciones de lograr muy fácilmente un aumento del PBI de 5 a 6% en 2017”.

Lacoste precisó además que el gobierno nacional trabaja con una pauta inflacionaria de entre 12 y 17% para 2017, “que irá descendiendo hasta 5% anual en 2019”.

“Veníamos de un nivel inflacionario superior al 30 y pico anual, y con los ajustes de una sola vez en tarifas y tipo de cambio, se elevó al 40 y pico anual”, reconoció el número dos de Hacienda.

No obstante, destacó que “a pesar de eso hemos logrado que las expectativas privadas de inflación estén muy cerca de nuestra pauta para los próximos tres años”.

“Para tener una inflación de un dígito debemos tener una pauta fiscal consistente y la previsión, por lo pronto, es que el déficit baje de 4,8% del producto bruto este año a 3,3% en 2017”, reiteró Lacoste.

Además, el viceministro dijo que la primer tarea emprendida en su cartera fue “tratar de ordenar una herencia muy compleja que encontramos en diciembre pasado, para restablecer y refundar la política macroeconómica, y sobre todo su consistencia”. 

“La herencia -añadió- no sólo fue una política económica insostenible, sino una situación muy delicada en materia social, con 30% de población por debajo de la línea de pobreza, por lo cual tomamos muchas iniciativas para ocuparnos de los más débiles y desprotegidos”.
Lacoste sostuvo que “a pesar de la crisis hemos tenido mucho espacio fiscal destinado a aliviar la situación de los sectores más vulnerables del país”.

En ese sentido, precisó, en seis meses se destinaron 8.941 millones de dólares ($129 mil millones) a través de distintas medidas, como una amplia tarifa social y los aumentos en jubilaciones y en la asignación universal por hijo.

El tercer objetivo del Ministerio fue “restablecer la confianza”, para lo cual se corrigieron “algunas distorsiones gigantes que había en precios relativos, muy determinantes”, dijo el funcionario.

Lacoste justificó en ese sentido los ajustes en el tipo de cambio y en las tarifas de servicios públicos regulados, que desde 2001 habían subido apenas la mitad que el resto de los bienes.

“El plan de estabilización encarado -sostuvo el viceministro- permitió regresar al mercado internacional de capitales y hoy la Argentina tiene de nuevo financiamiento voluntario con el resto del mundo, a tasas de interés nominales que son récord histórico en las últimas décadas por lo bajas”.

Según el funcionario, “en los últimos años el gobierno se financió con el impuesto inflacionario y por eso hay un nivel relativamente bajo de deuda pública, de 43% del PBI, cuando en México es del 50% y en Brasil se eleva al 65%”.

“Por los varios años de alta inflación y falta de confianza, la deuda privada es prácticamente inexistente, tanto a nivel de familias como corporativas, lo cual fue parejo con una merma de la inversión”, acotó Lacoste.

Finalmente, destacó el “crecimiento exponencial” que se derivará de “la posibilidad de mejorar la macroeconomía, dar señales de confianza, desregular y tener políticas económicas más sensatas, junto con una economía muy subexplotada, con muchos recursos y capacidades y recursos humanos que sobran y con muy bajo endeudamiento”.