Marcos Peña se presentará este miércoles a las 11 en la Cámara de Diputados para brindar su primer informe de gestión con un cambio de protocolo: Como hiciera Jorge Capitanich en el Senado hace dos años, hablará de frente al recinto y no mirando a la presidencia.
El chaqueño fue un innovador en terminar con la vetusta costumbre de ubicar al jefe de Gabinete de espaldas a los legisladores. Se plantó detrás de un escritorio mirando a los senadores, que llegaron a pedirle que dejara de sobreactuar cuando arrojó su carpeta de apuntes al estrado.
Peña no hará un stand up a lo Capitanich pero sà hablará mucho: Podrá exponer durante una hora los casi cinco meses de gestión de Macri y luego cada bloque tendrá 20 minutos para preguntar.
Como también patentó el chaqueño, quedarán atrás las repreguntas, que le permitÃan a la oposición indignarse cuando el jefe de Gabinete desvÃa las preguntas hacia un lugar más cómodo. A Peña le encanta hacer eso.
En Diputados esperan algunos cruces con ansiedad. Nadie sabe si Elisa Carrió se atreverá a repetir sus crÃticas televisivas cara a cara, pero sà está confirmado que Axel Kicillof no se quedará callado: Envió 100 preguntas sobre la economÃa del paÃs.
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