La directora técnica del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), Graviela Bevacqua, fue echada de su cargo, en la primer crisis importante del equipo económico que conduce Alfonso Prat Gay, que se produce cuando estalla una polémica entre el Gobierno nacional, el porteño y la oposición sobre cual es el verdadero guarismo de la inflación.
Bevacqua, una respetada técnica del Indec que había sido desplazada del organismo cuando el kirchnerismo intervino las estadísticas oficiales, asumió con el compromiso de rearmar el sistema de estadísticas públicas y tras un mes en la institución había diagnosticado que se necesitarían al menos ocho meses para poder volver a publicar un índice de precios al consumidor confiable.
Este fin de semana hubo tensión en el gobierno porque, mientras el Gobierno nacional hablaba de desaceleración de la inflación, el director del instituto estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, José Donati, publicaba un guarismo que lo desmentía: el IPC-CABA marcó 4,1% de inflación para el mes de enero, confirmando además una aceleración respecto al 3,9% que había marcado diciembre.
Luego esta tarde la oposición se sumó a la polémica y como había anticipado LPO liderados por Sergio Massa reflotaron el IPC Congreso, que inesperadamente dio más bajo que el propio número de la Ciudad, estableciendo para enero una inflación del 3,6%.
La tensión escaló rápidamente porque los números se barajaron en medio de los esfuerzos del Gobierno nacional por reducir las pretensiones de los sindicatos que se encaminan a iniciar las paritarias a aumentos que no superen el 30%.
Acaso por eso, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, detonó ayer la crisis al afirman en televisión que "en unos 60 días vamos a empezar a dar datos reales del problema inflacionario, sin mentir más” lo cual era técnicamente inviable de acuerdo al plan de rearmado del Indec de Bevacqua, que incluía la capacitación de los equipos técnicos desplazados por la intervención kirchnerista.
Necesidades políticas
Es evidente que una vez más las necesidades política se impusieron sobre las técnicas y con un gobierno urgido por tener "su" propio número de inflación, se decidió expulsar a la técnica que se había reincorporado como un símbolo de la recuperación de las estadísticas oficiales.
La urgencia que motivó al decisión quedó transparentada en el propio comunicado oficial que anunció que será el licenciado en Economía, Fernando Cerro, quien reemplace a Bevacqua. Cerro fue director Nacional de Cuentas Nacionales en el INDEC entre 1999 y 2008, "cargo al que accedió por concurso de oposición de antecedentes", destacó el comunicado.
Y respecto a las razones de este cambio, el comunicado señala que Cerro "concentrará su gestión en búsqueda de abreviar los procesos de restablecimiento de los múltiples indicadores económicos y sociales que elabora el INDEC a fin de normalizar el Sistema Nacional de Estadísticas". La intención queda así clara y la palabra clave es "abreviar" o sea, acelerar la difusión de un nuevo índice.
El cimbronazo no solo afecta a Bevacqua. LPO pudo saber que otros funcionarios tampoco saben si continuarán en sus funciones porque desconocen si Cerro querrá que formen parte de su equipo. Tampoco están en condiciones de asegurar que en dos meses sea técnicamente factible la elaboración de un índice de precios nacional con recursos humanos capacitados, como prometió Todesca. Aventuraron que tal vez se comience por el seguimiento de la evolución de los precios de una canasta acotada "probablemente a alimentos".
Raúl Llaneza, delegado de ATE del INDEC, salió en defensa de la funcionaria despedida y explicó que a pesar de la premura de los tiempos políticos, "recuperar el INDEC es recuperar la razón de un organismo que brinda datos sensibles" y que no se pueden apurar los plazos de la reconstrucción de las estadísticas públicas.
La noticia se dio a conocer escasos minutos después que un grupo heterogéneo de diputados opositores encabezados por Sergio Massa dieran a conocer el IPC-Congreso, un promedio de estimaciones de los índices de precios al consumidor (IPC) realizados por consultoras privadas. Este índice, además de estar en línea con el discurso del Gobierno de la desaceleración inflacionaria,marcó un 3,6% para enero.
Las cifras para noviembre y diciembre fueron respectivamente del 2,2% y 3,8%. Mientras que el índice que reveló el viernes el gobierno porteño que administra el macrista Horacio Rodíguez Larreta marcó una aceleración, al pasar del 3,9% de diciembre a un 4,1% de enero, generando malestar en la Casa Rosada.
LPO consultó a Estudio Bein, para quienes su Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) de enero dio un mucho más moderado 2,8%, luego de marcar 3,8% para diciembre. "Hay temas de ponderadores. Los servicios pesan más en el IPC-CABA que en nuestro RPM", explicó un analista de esa consultora.
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Además pregunto, si empezas a recolectar los datos ahora, cómo calculas el interanual al no haber información de precios del mismo mes de 1995. Muchachos, seamos menos brutos.